Campesinos de Villa de Reyes dijeron no creer que logren pronto la devolución del subsidio de consumo de energía eléctrica, incluso saben que pasa lo mismo en Guanajuato y en Querétaro, donde les exigen requisitos imposibles de cumplir que nunca antes les pedían.
Consideraron que el gobierno federal necesita dinero de donde sea para los próximos meses, previo a las elecciones, y la última alternativa es obligar a un pago mucho mayor por el consumo de energía, aunque ello paralice la producción agrícola y ganadera.
Dijeron que es absurdo que cada año se les pida el mismo legajo de papelería, cuando una concesión de la Comisión Nacional del Agua puede durar de 20 a 30 años, y si no hay sobresaltos entonces la concesión está vigente.
Sostuvieron que si en 2036 vence una concesión entonces es cuando deben pedir la papelería y no antes, con el pretexto de que hay motivos para afectar a los productores con el retiro del subsidio
Entre los documentos que las autoridades federales piden, se encuentran el título de concesión y la escritura del Registro Agrario Nacional, el número del pozo, para el que en algunos casos tendrían que retirar la bomba sumergible para ver el número, una constancia del juez auxiliar de que efectivamente esa es la bomba, un formato firmado por el síndico municipal que también dé cuenta del número de bomba.
Además, les piden copias de la credencial de elector, la clave única de registro poblacional, una declaración de que no hay conflicto de adeudos con la autoridad, comprobantes de domicilio, recibos de la Comisión Federal de Electricidad, firmas del representante legal que en este caso es el comisariado ejidal y requisitos de documentación de éste, y una serie de papeles que no están listos en un día.
Los campesinos consideran que es una presión excesiva, si se considera que el gobierno les ha amenazado con suspenderles el servicio de energía eléctrica para el equipo de bombeo, además de las casas de ellos y de sus familiares.
Las autoridades también están solicitando la documentación de la vigencia del título de concesión o en su caso, complican la situación a aquellos que tuvieron el infortunio de perder a la familiar que era titular de una concesión que usa toda la familia para la agricultura o la ganadería.