La Secretaría de Salud entregó en 2018 un contrato por 8.5 millones al Grupo Dequivamed, una empresa señalada por monopolizar, con favor de las autoridades sanitarias federales y del estado, el mercado de vacunas antirrábicas, de acuerdo a un reporte de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
La operación aparece en el reporte de cheques emitido por la dependencia que dirige Mónica Rangel, correspondiente a mayo de 2018.
El pago, por ocho millones 590 mil 312.50 pesos, ampara el pago de una factura, que no ofrece detalles de la compra.
Sin embargo, Grupo Dequivamed es señalado en el texto “Un negocio con colmillo. El vendedor favorito de vacunas antirrábicas favorito del gobierno”, como el beneficiario de unos 116 contratos de dependencias de salud federales y estatales para adquirir vacunas que se usan en la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina desde 2009.
El reporte indica que esa preferencia se ha mantenido pese a que hay en el país otras empresas que ofrecen opciones más económicas, además de que, año con año, Dequivamed incrementa sus precios hasta en un 100 por ciento entre las entidades.
Además, dice el texto de MCCI, los gobiernos estatales también le compran un kit que incluye jeringas, certificados de vacunación, cinchos y placas de plástico para la identificación de los perros vacunados.
La organización señala que Grupo Dequivamed, junto con Corporativo Dequivamed, pertenecen en su mayoría accionaria al empresario Emilio Escalante Muñoz, que de tener una ferretería, pasó a erigir una empresa que ha obtenido contratos con instituciones de salud de la Federación y del estado que le han dejado entre 2009 y 2018, ganancias por más de mil 102 millones de pesos.
MCCI atribuye esa bonanza a que desde la propia administración federal de Felipe Calderón, primero, y Enrique Peña Nieto después, las especificaciones de las vacunas a adquirir por parte de la Federación y el estado sólo podían ser cumplidas por los productos ofrecidos por esta empresa.