Personal de Interapas trabajó este sábado en el pasaje peatonal de la Alhóndiga para resolver problemas de taponamiento que generaron la salida de aguas negras en calles como la de Manuel Mier y Terán y otras aledañas.
Concretamente, se realizaron trabajos de desazolve en el pasaje mencionado, entre Manuel Mier y Julián de los Reyes, en donde se descubrió que el drenaje principal estaba obstruido por una gruesa capa de grasa vegetal que pudo haber sido generada por una franquicia cercana de venta de pollos.
Los empleados de Interapas batallaron por un largo tiempo para resolver el taponamiento, pero, finalmente, el ducto principal quedó liberado al igual que las descargas de comercios cercanos, como la de una conocida y tradicional ferretería.
Se espera que con esto, terminen las fugas de aguas de desecho en algunas de las calles más céntricas de la capital, aunque también quedará pendiente el recordar a los negocios de venta de alimentos que está prohibido descargar directamente en el drenaje, a través de alcantarillas, restos de comida y en especial grasas, aceites y similares, pues estas substancias tienden a expandirse y solidificarse una vez que ingresan a la red sanitaria.
La alcantarilla del pasaje Alhóndiga, al estar oculta a la vista de transeúntes, es usada con frecuencia para descargas ilegales de materias de desecho de los negocios cercanos.