Una noria saturada de agua que se combinó con el drenaje colapsado obligó a los trabajadores de las oficinas administrativas del Instituto Mexicano del Seguro Social a desalojar el agua hacia la calle de Insurgentes, en el Centro Histórico.
Los trabajadores de la oficina delegacional explicaron que las lluvias de los últimos meses han llenado de agua el subsuelo, y los excedentes suelen ser arrojados al drenaje interno, sin embargo, la red principal se tapó con lodos, basura y grasa, y el agua se les regresaba hacia las oficinas administrativas.
El agua que arrojaron a la vía pública produjo un encharcamiento grande a lo largo y ancho del crucero de la calle Insurgentes con Mariano Escobedo, donde los automovilistas deben circular a baja velocidad, mientas los peatones corren el riesgo de ser salpicados.
El líquido es expulsado decenas de litros por minuto, y corre hacia coladeras que desembocan en redes de drenaje menos saturadas de grasas.
Los trabajadores explicaron que el jueves llegó personal del Interapas para sondear la red de drenaje y encontró una concentración muy alta de grasas.
Los responsables de la exploración del drenaje informaron a los empleados del Seguro Social que regresarían para sacar todos los desechos y lodos acumulados, pero hasta ayer por la tarde no habían vuelto a atender el pendiente.