La solicitud de aprobación de un crédito por 700 millones de pesos por parte del gobernador Juan Manuel Carreras López, destinado a combatir la pandemia de COVID-19 y financiar la reactivación económica del estado, tendría pocas posibilidades de éxito en el Congreso del Estado si fuera votada hoy, de acuerdo con las posturas que los partidos políticos han expresado a través de sus coordinadores de bancada.
Según la norma legal, dicha solicitud debe ser aprobada por mayoría calificada de las dos terceras partes de las y los diputados presentes en la sesión que corresponda, pero aún así, la intención de deuda vería “las de Caín” para obtener el visto bueno del Poder Legislativo.
La bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a través de su coordinador Edson de Jesús Quintanar Sánchez, ya rechazó públicamente apoyar al Gobernador en su petición. Este partido cuenta con seis votos en el Pleno.
Misma postura se esperaría que asumieran los otros dos partidos de la “coalición”, Partido del Trabajo (un voto) y Partido Encuentro Social (un voto), e incluso el otro diputado sin partido, Pedro César Carrizales Becerra, “El Mijis”. También con seis votos, el PAN fijó postura en contra de la propuesta del Gobierno del Estado.
Otros que igualmente rechazan el endeudamiento, son los dos legisladores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así como la única diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el diputado sin partido Emmanuel Ramos Hernández.
Lo anterior suma 19 votos en contra de la deuda y solo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se ha manifestado a favor a través de su coordinador Héctor Mauricio Ramírez Konishi. El PRI cuenta con cinco votos en el Congreso.
“La chiquillada” (Conciencia Popular, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza San Luis) aportaría solamente tres votos más a favor o en contra del crédito de 700 millones de pesos.
A nivel nacional, la presentación del plan del presidente López Obrador para volver a la “Nueva Normalidad” cambia el escenario para el Gobernador, pues el endeudamiento pierde sentido en un entorno de reinicio paulatino de actividades.