Comerciantes dedicados a la elaboración y venta de tamales anticipan una buena temporada con motivo del Día de la Candelaria, especialmente favorecidos por las bajas temperaturas propias de esta época del año.
La tradición de consumir tamales el 2 de febrero, combinada con el clima frío, impulsa la demanda de este popular platillo, pues el Día de la Candelaria es una de las fechas más significativas del calendario por su relevancia religiosa, al conmemorar el momento en que el niño Jesús fue presentado en el templo y comenzó su viaje hacia Egipto, así como por su raíz prehispánica.
Don Jacobo, tamalero local con seis años de experiencia, comenta que a partir del 6 de enero, cuando se parte la rosca de Reyes, la demanda de tamales aumenta considerablemente. Esto se debe a que muchas familias siguen la tradición de que quien encuentra el niño en la rosca debe ofrecer tamales el 2 de febrero.
“Mi señora y yo hemos tenido una buena temporada. Ahora que mis nietas suben a internet los diferentes sabores que vendemos, comenzamos a trabajar por pedido. Además, con la llegada del frío, a la gente le apetece un buen tamalito con su café o atole”, comentó don Jacobo.
A pesar de un ligero aumento en los costos de los ingredientes como la masa y las carnes, los vendedores de tamales afirman que este impacto ha sido mínimo, debido a la alta demanda que caracteriza la temporada.
En algunos casos, los tamaleros se preparan con anticipación, ofreciendo una amplia variedad de opciones que incluyen tamales de carne, pollo, rajas, dulce y hasta versiones menos tradicionales como los de frijoles, picadillo y mole.