El voto cívico de un electorado sin militancias ni filias partidistas, será la clave para que en San Luis Potosí no se repitan las historias de Michoacán, con grupos delictivos enraizados desde hace tres décadas, ni Guanajuato, con el desborde de traficantes de combustible por encima de toda autoridad en territorios en donde operan, afirmó el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta en una entrevista con Pulso, en la que hizo público su voto para la gubernatura.
“Voy a votar por Octavio Pedroza”, expuso. Planteó que se trata de una elección entre dos ex alcaldes: uno que nunca fue objetado por su honestidad, y otro “que tiene un catálogo de cuestionamientos”.
Expresó su convicción de que a esta elección la definirán los votantes emergentes y cada vez más numerosos que no creen en los partidos políticos ni en los políticos, por la incongruencia en la que han incurrido todos, su indefinida geopolítica, su falta de programas y también de decencia.
El triunfo “va a depender del porcentaje de participación en las urnas y va a ser la definición de quien sea el próximo gobernador. Yo creo que ahí está la llave de la esperanza”.
Ante la pérdida de definiciones en posiciones políticas y valores qué representar, expresó que lo que domina entre los partidos es la desesperación de quienes los dirigen, “tener fuentes de recursos de dinero legales o ilegales, la mayoría ilegales”, pues la normativa es precisa y ha resultado restrictiva.
Esta búsqueda de dinero ha conducido a las fuerzas políticas en distintas entidades a la mercantilización de la política y al financiamiento hasta de la delincuencia organizada. Ese camino tuvieron entidades hoy marcadas por la actividad criminal como Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas.
“Creo que los electores tienen una cantidad de información suficiente como para poder generar un criterio a pesar de los defectos del proceso electoral…() … O impulsamos la mayoría cívica democrática o consentimos el naufragio. Esa es la disyuntiva”.
Recordó que San Luis Potosí está en “la lista negra” de los Estados Unidos desde el asesinato del agente del ICE Jaime Zapata, en un ataque de narcotraficantes a su vehículo, hace diez años. Un gobernante con trayectoria penal y cuestionamientos nunca aclarados para los ciudadanos, traería consecuencias funestas para los potosinos.