Londres, 11 mar (EFE).- El rey Carlos III destacó este lunes que "la diversidad es la fortaleza" de la Commonwealth en un vídeo para conmemorar el 75 aniversario de la fundación en 1949 de la asociación de antiguas colonias y territorios británicos.
La Commonwealth, a la que se incorporaron países adicionales a lo largo de los años, "representa un tercio de la humanidad, de todas las regiones del mundo, con las diferentes experiencias, conocimientos y aspiraciones que eso trae consigo", afirmó el monarca en una grabación que se emitirá en una misa a partir de las 15 GMT en la abadía de Westminster, a la que no asistirá.
"Dondequiera que vivamos, nos unen los numerosos desafíos que afrontamos, ya sea el cambio climático, la pérdida de la naturaleza o los cambios sociales y económicos que traen las nuevas tecnologías", dijo el soberano, según el discurso que se ha adelantado.
El rey, que en noviembre cumplió también 75 años, instó a colaborar "para comprender las perspectivas de los demás, incluidas las desigualdades e injusticias que aún resuenan en el día de hoy".
"Debemos encontrar maneras de sanarnos y apoyarnos unos a otros para buscar soluciones", mantuvo al dirigirse a los cerca de 2 mil representantes de los 56 países miembros de la Commonwealth invitados al servicio religioso.
Carlos III, cabeza de Estado de la mancomunidad de naciones, recordó cómo este colectivo ha formado parte de su vida y "es una preciosa fuente de fuerza, inspiración y orgullo".
El hijo mayor de los difuntos Isabel II y el príncipe Felipe, que actualmente recibe tratamiento por un cáncer, agradeció también los "maravillosos, amables y reflexivos buenos deseos" para su salud de los diferentes Gobiernos y se comprometió a seguir sirviéndoles como líder honorífico de la organización.
En su ausencia, representarán a la familia real en el acto conmemorativo su esposa, Camila, y el príncipe Guillermo, heredero al trono, así como los duques de Edimburgo, de Gloucester y de Kent.
El mensaje del rey fue filmado en febrero en el 'salón blanco' del Castillo de Windsor, residencia real a unos 40 kilómetros de Londres, indicó el palacio de Buckingham.
El reloj que se ve sobre el escritorio fue un regalo de bodas a sus padres y aparece junto con un tintero plateado y un pequeño brote de roble que se cultivó a partir de una bellota recolectada en la finca durante el reinado de Isabel II.