Te haces unos análisis después de las comilonas navideñas y aparece un compañero inesperado, el colesterol.
Unas cifras elevadas pueden derivar en problemas de salud. La hipercolesterolemia es la dislipemia más frecuente y existe cuando la cifra de colesterol en sangre supera los 200-240 mg/dl.
Un colesterol alto o hipercolesterolemia puede derivar en arteriosclerosis, una alteración que puede llegar a obstruir los vasos sanguíneos con la reducción
del flujo circulatorio.
Supone un importante factor de riesgo cardiovascular, pues representa el 50% de la mortalidad en países desarrollados y conlleva un aumento de colesterol LDL, conocido como malo y un descenso del HDL, el bueno.
Además, los triglicéridos, en menor medida, también aumentan con la hipercolesterolemia.
CIFRAS RECOMENDABLES
En general, se puede decir que los niveles de colesterol total en sangre deben de estar algo menos, o como máximo, a 200mg/dl, pero lo más importante son las fracciones de colesterol, las conocidas como buena (HDL) y mala (LDL).
El punto más importante dentro de los valores de colesterol es saber cómo está la proporción entre estas 2 fracciones y también alguna más que forma parte más bien del malo que del bueno, que sería la VLDL.
Todas estas fracciones se reflejan en un índice que se llama
índice aterogénico.
Dicho índice es un modelo práctico de información e indica según el valor del índice que tiene que ver con esas fracciones de colesterol si es correcto, incorrecto o cómo se encuentra”,
nos comenta.
VALORES
Y añade que, por otra parte, hay que tener en cuenta que los valores de colesterol dependen también de las personas, de la edad, hábitos, sobrepeso, obesidad, alteraciones metabólicas o también de la
hipertensión arterial.
Por eso, siempre la valoración de los datos de colesterol tiene que proceder por profesionales con experiencia, no tanto en la valoración de los datos de manera fría, sino de personas que tratan todas sus propias características y las mejoran, si no, no son de tipo correcto.
Esto ayudará a mejorar las fracciones de colesterol señaladas”, apunta.
SEÑALES
Aunque puede pasar desapercibido la mayor parte de las veces, nos planteamos cuáles son las señales que nos pueden indicar que tenemos el colesterol alto.
Hay que señalar que el colesterol es una enfermedad silenciosa. Esto quiere decir, que sus alteraciones no se exteriorizan en síntomas concretos.
Cuando la elevación y las situaciones cardiovasculares unidas van avanzando, es decir, cuando la elevación del colesterol es crónica, pueden abrir una sintomatología variada diversa: cansancio, dolores erráticos en el cuerpo, trastornos digestivos, digestiones pesadas,
estreñimientos, descomposiciones.
Sin embargo, es poco valorable porque puede ocurrir en otras situaciones diversas.
Cuando realmente produce sintomatología clara es cuando ya produce alteraciones de tipo vascular.
Por ejemplo, por obstrucción de las arterias de algún tipo cardiovascular o isquemias cardíacas de cualquier nivel. También hinchazones, edemas. Estas suelen ser las más frecuentes”,
nos explica.
FACTORES
Entre los factores que pueden influir en su aparición están los siguientes:
Tener sobrepeso.
Tener obesidad.
La diabetes mellitus.
La hipertensión arterial.
Las situaciones de estrés.
Poca actividad física.