Coronavirus en época de frío

Facilita su transmisión; debemos extremar precauciones

A la llegada de los días más fríos, el conocimiento de las nuevas “cepas” del SARS-CoV-2 y el aumento del número de contagios y fallecimientos en nuestro país, nos obliga a realizar un repaso para conocer mejor a quién nos enfrentamos para poder protegernos del 

nuevo coronavirus.

Y es que, pese a que hace meses que convivimos con él, aún nos surgen dudas. 

Empezamos por las condiciones climáticas.

¿Se vuelven en nuestra contra a la hora de contener la propagación del nuevo coronavirus?

SUPERVIVENCIA DEL VIRUS

El frío extremo, como el que hemos vivido algunos días, facilita la transmisión del nuevo coronavirus. No solo porque pasamos más tiempo en espacios cerrados, donde es más fácil contagiarse, sino porque el ambiente frío y seco ayuda a la supervivencia de este virus, tanto por aerosoles como en las superficies, manijas de las puertas, barras de camiones etc., donde puede depositarse cuando hablamos, tosemos o estornudamos.

PRECAUCIÓN

De ahí que se deban extremar las medidas de protección con el uso de mascarillas homologadas, por ejemplo, las FFP2 que son las que mejor protegen frente a los aerosoles, distanciamiento social, higiene de manos y de superficies y ventilación en los interiores. 

NUEVAS CEPAS

Hay que aclarar que la británica, por ejemplo, no es una nueva cepa, propiamente dicha, sino una variante. Es decir, parte del virus ha cambiado, pero

 no completamente.

De ahí que las vacunas que se están comercializado y aplicando a la población son

igualmente válidas. 

TIPO 

Es importante señalar que este tipo de virus ‘ARN’ muta 

muy fácilmente. 

Es el caso, por ejemplo, de la gripe, una enfermedad respiratoria causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae, también ARN. 

Se somete a vigilancia desde hace décadas y hemos observado que se trata de un virus que cambia constantemente, de ahí que cada año se tengan que readaptar las vacunas.

CAPACIDAD DE MUTACIÓN

Los coronavirus tienen una capacidad de mutación inferior al de la gripe, pero también lo hacen como se ha observado gracias al estrecho estudio, vigilancia y la secuenciación para conocer la composición genética que se está realizando, algo que permite que conozcamos con mucho detalle las diferentes variantes que se están produciendo del virus.

Por ello, es normal que haya diferentes variantes y estas

 se detecten. 

PCR O TEST DE ANTÍGENOS

¿Se puede saber qué variante hay con una PCR o un test

 de antígenos?

No. La PCR es una prueba muy fiable para detectar el virus, es decir, saber si sufres la infección. 

Pero solo puede indicar si el SARS-CoV-2 está en el organismo de esta persona. 

Para conocer sus “apellidos” son necesarias otras pruebas 

más sofisticadas.

Por ejemplo, “la PCR nos puede dar el título del libro y podemos saber a qué género pertenece, pero hasta que no lo leemos de principio a fin no podemos saber exactamente de qué va. Esto es exactamente lo que conseguimos al secuenciar un virus”.

Lo mismo ocurre con el test de antígenos. 

Solo nos puede indicar si sufrimos la infección en unas condiciones determinadas, puesto que la sensibilidad de esta prueba no es tan alta como la de la PCR. 

Esta es capaz de captar cantidades muy pequeñas de este virus en la muestra nasofaríngea que se extrae. 

RESULTADO NEGATIVO

¿Si mi test de antígenos sale negativo significa que no tengo

 la infección?

No siempre, ya que, como decíamos, pese a que se trata de una prueba que ayuda en el diagnóstico de esta patología, su sensibilidad es inferior y puede haber falsos negativos.

De hecho, el test de antígenos está indicado para aquellas personas sintomáticas o que han tenido un contacto estrecho con un positivo. 

DETECCIÓN

¿Por qué? La sensibilidad de la PCR es mayor y esto se explica porque es capaz de detectar, como decíamos, cantidades muy pequeñas del virus.

Por ejemplo, si en una muestra hay 1000 copias del virus, es probable que tanto la PCR como el test de antígenos lo detecten. 

Pero si hay 10, es posible que la técnica de antígenos dé negativo pero que, sin embargo, la PCR, gracias a que es una técnica que multiplica millones de veces el virus, sí lo detectará.

De ahí que algunas personas diagnosticadas de COVID-19 sigan dando positivo mucho tiempo después de sufrir la infección, puesto que aún puede haber restos de virus que esta prueba sea capaz de detectar, aunque probablemente ya no tengan capacidad de transmitir.

Este carácter no transmisor también se puede constatar viendo si la persona tiene ya anticuerpos IgG.

CARGA VIRAL

Esto nos lleva a pensar que el test de antígenos negativos podría significar que la carga viral es tan pequeña que el paciente no

 es contagioso. 

Sin embargo, los expertos piden prudencia al asumir tal hecho, ya que podríamos estar en lo cierto o la muestra podría haberse extraído en un momento muy temprano de la infección. 

Este test, pues, está validado para personas con síntomas de menos de una semana o en caso de haber tenido un contacto estrecho con un positivo. 

REINFECCIÓN

Sí se están documentando casos de reinfecciones, sin embargo, siguen siendo casos excepcionales, incluso si se trata de las nuevas variantes. 

Ya que se está viendo que la inmunidad frente a este virus puede ser incluso de nueve meses, según los 

nuevos estudios.