Y es que, aunque tú seas agua y la otra persona sea arena y es que, aunque se crea que el lodo es una combinación perfecta de agua y tierra, es mentira... mentira. Hay barros que nunca pegan. Pues la tierra, la arena está compuesta de sedimentos, partículas y de polvo que no imaginas. La vida se compone por muchas de esas personas “lodo” que no dejan vivir en paz. ¿Sí sabes? Los traicioneros, los desleales, los inventones, los chismosos, los metiches, los envidiosos y los que hacen un drama de todo. ¡Ay papá! Esos dramáticos que parecen actores de la “divina comedia” y que parecen que se escaparon del teatro o mejor dicho del circo, para armar un pancho por todo, de nada. Son los que no están conformes con sus vidas y recurren entonces, a meterse en la vida de los demás “a fastidiar” por aquellos complejos sociales. Y entonces cariño mío; si de plano ves y sientes que con alguien “nomás no” puedes llevarte, revisa el afijo de lo que está hecha esa persona porque, aunque tú seas agua clara, hay barros que nunca pegan. Esto incluye la diferencia de educación, por eso es que a veces es imposible encajar con alguien porque muchas de las veces, las dos partes vienen de dos mundos opuestos y aunque muchas de las veces se recurre a los dichos: “está igual la pedrada para el chin…azo” o apenas “el caldo para las albóndigas” hay las grandes excepciones que existen barros que pegan y muy bien. (también la basura se entiende) ¿Has escuchado decir de que la gente se junta por afinidad? Pues ándale. Se tenía que decir y se dijo. ¡Ha! Y ni te sientas mal porque te retiras de una persona lodo… haces bien porque solo ensuciará tu camino.
calea gundis
Hay barros que nunca pegan
calea gundis