El Día de Muertos en México y La Toussaint en Francia son dos festividades que, aunque comparten el objetivo de honrar a los fallecidos, se viven de maneras muy distintas debido a sus tradiciones y contextos culturales.
Como saben, en México, el Día de Muertos, celebrado el 1 y 2 de noviembre, es una tradición de origen prehispánico que combina elementos indígenas con el catolicismo. Los mexicanos ven la muerte como una parte de la vida, y creen que durante estos días las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos. Es una celebración vibrante que incluye desfiles, música, comida típica y la elaboración de calaveras y comida tradicional. El cempasúchil decora los altares y las tumbas iluminando con su color naranja los lugares. Los altares son un elemento central, representando una conexión simbólica entre el mundo de los vivos y los muertos.
La Toussaint es una festividad católica que se celebra en Francia el 1 de noviembre de cada año. También conocido como el Día de Todos los Santos, es un día dedicado a honrar a todos los santos, tanto conocidos como desconocidos, y a recordar a los difuntos. Aunque su origen es religioso, en la actualidad es una ocasión que muchas personas aprovechan para rendir un homenaje solemne a sus seres queridos fallecidos. Las familias visitan los cementerios para dejar flores, generalmente crisantemos, en las tumbas de sus seres queridos. A diferencia del Día de Muertos, es una ocasión solemne y de reconocimiento. Los franceses no celebran con festines ni decoraciones coloridas, sino que se enfocan en el silencio, la oración y la reflexión.
En el marco de estas tradiciones, la Alianza Francesa de San Luis Potosí organiza el 2 de noviembre a partir de las 13Hrs, un encuentro cultural que fusiona elementos de ambas celebraciones. Durante el evento, los asistentes podrán degustar especialidades huastecas y artesanales, bailar con sones de comparsas y disfrutar de una tradición mexicana que mezcla humor y reflexión sobre la muerte. Este evento busca crear un espacio de intercambio cultural, donde convergen las tradiciones mexicanas y francesas, ofreciendo una experiencia única que resalta la riqueza cultural de ambos países.