Los que hoy sufren, mañana serán dichosos

Pbro. Lic. Salvador 

González Vásquez

Podemos pensar, que los sufridos no tienen derecho a ser felices. Porque nadie imagina, que un hombre que está sufriendo, pueda sentirse dichoso.

Algunos han pensado, que la felicidad no es igual para todos. Ya que hay personas, que no han podido gozar de un momento de paz.

Pero esto sucede,  porque basamos la  felicidad, en los bienes pasajeros. Y bien sabemos, que lo grandioso, no se encuentra  aquí en tierra; lo que nos hace vivir satisfechos, solo puede venir del cielo.

VIVIR FELICES

El don que nos falta para vivir felices, es el regalo de la  esperanza. Pero ésta virtud, solo puede venir de Dios. Y esa esperanza, es el mejor  aliciente para el que esta sufriendo.

No olvidemos, que la felicidad  depende más del futuro, y no tanto del presente. Porque la dicha es el gozo que experimentamos, por aquello que estamos esperando.

La alegría llegará, cuando nos dispongamos a mirar más allá del momento; cuando llenemos el espíritu, con el gozo de la espera.

Y ya qué en esta vida, no lo tenemos todo, es posible vivir con plenitud, gracias al gozo de la espera. 

Por eso, los sufridos no son dichosos por que estén sufriendo, sino porque viven esperando. Y esa espera, puede llenar los vacíos del presente.

ESPERANZA

Hoy, nos dice Mateo: “Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra”. (Mt.5).

Un hombre sin esperanzas no puede ser dichoso. Porque en esta vida, la felicidad no depende de lo que se tiene, si no de lo que se espera.

Y al pensar que ya lo tienes todo, le vas cerrando el paso a la felicidad. Porque en esta vida, siempre hay algo por esperar.

En este mundo, que está sujeto al tiempo, no es posible tenerlo todo, ni contar con todo al mismo tiempo; hay cosas que hoy se tienen, y otras que faltan; pero ese vacío, se puede llenar, gracias a la virtud de la esperanza.

LO MEJOR ESTÁ POR VENIR

El Evangelio de hoy, nos muestra un enlistado de los que son dichosos. Y aunque parezca una contradicción, no deja de ser una realidad; los que sufren y lloran, son felices porque esperan.

El hombre no es dichoso, porque esté sufriendo; él es feliz, porque está seguro, que lo mejor siempre está por venir.

El reto a la felicidad, es que nunca nos demos por vencidos, y jamás dejemos de vivir esperando.