Piscinas en casa en óptimas condiciones por el Coronavirus

Tener una piscina en casa es una buena oportunidad para esta temporada del verano.

Lo primero que tienes que hacer para poner a punto tu piscina es revisarla a fondo, en especial si al final del pasado verano no la preparaste convenientemente para el invierno. 

Solo si está en buen estado podrás disfrutarla al máximo.

Por eso debes asegurarte de que la estructura y el interior del vaso no están deteriorados ni presentan grietas o fisuras que puedan suponer posibles fugas de agua. 

Si las tuviera tendrías llamar a un profesional.  Por otro lado, también es importante revisar el resto de elementos: Sumideros, rejillas, la bomba de filtración, los skimmers, sirven para aspirar y filtrar la capa superficial del agua, etc.

SIN CONTAGIO

Según los expertos, el contagio de la Covid-19 por contacto con el agua de las piscinas es poco probable, si está debidamente tratada con los desinfectantes adecuados, tanto el cloro como otros productos específicos neutralizan el coronavirus.

Y eso es, precisamente, lo que has de hacer con tu piscina, aunque sea privada: Añadirle las sustancias desinfectantes que necesita para estar perfecta y apta para el baño.

LIMPIEZA

Tu piscina necesita una limpieza a fondo para encarar la nueva temporada de baño, tanto del interior del vaso como de las zonas exteriores. Para limpiarla por dentro se puede utilizar una pistola de agua a presión, excepto si es de gresite, ya que se podría deteriorar 

el revestimiento.

¿La piscina está muy sucia? Entonces conviene limpiarla con un producto desincrustante específico, aunque son bastante agresivos y no son aptos para todos los materiales.

Protégete con guantes y gafas de seguridad, y aplícalos cuando no haga demasiado sol y calor, aclarando muy bien las superficies al final. También tienes que limpiar el sistema de filtrado de la depuradora y los filtros, así como los skimmers.

VOLUMEN

¿Sabes cuál es el volumen de tu piscina? Es importante conocer este dato, no solo para saber cuántos litros necesitas para llenarla, sino también para poder tratar el agua convenientemente con los productos adecuados. Para averiguarlo hay que tener en cuenta la forma de la piscina.

Calcula el volumen de las más habituales, cuadradas y rectangulares, mediante esta fórmula: largo x ancho x profundidad = volumen en m3.

Si tu piscina es redonda realiza esta operación: diámetro2 x profundidad x coeficiente 0,785 = volumen en m3.

Ahora ya puedes comenzar a llenarla de agua.

HIGIENE

Es importante observar otras medidas de higiene a la hora de utilizar la piscina: un correcto lavado de manos, ducharse antes y después del baño, etcétera.

SAL

Apuesta por las piscinas de sal. La cloración salina es un eficaz sistema para limpiar y desinfectar el agua. 

Consiste en añadir sal común que, por efecto de la electrólisis, y gracias al clorador salino, se convertirá en hipoclorito sódico, que no es otra cosa que cloro, un potente desinfectante capaz de eliminar la suciedad, las bacterias, virus y algas.

VENTAJAS

Este método tiene grandes ventajas: Como ya no es necesario añadir al agua productos químicos, no resulta irritante para la piel ni para los ojos, y desaparece el olor a cloro. 

Se trata de un sistema apto para todo tipo de piscinas y es fácil de instalar y utilizar. 

Después de llenarla, se aplica cloro de disolución rápida, solo la primera vez como tratamiento de choque, y se añade la sal, 5 kg/m3. Una vez que se haya disuelto, solo hay que poner en marcha el clorador salino y el equipo de filtración, y regular el pH del agua.

AGUA

La piscina en verano es una fuente de alegría y diversión para toda la familia, pero también requiere ciertas tareas de mantenimiento que no pueden abandonarse. 

Debes de limpiarla y de mantener el agua en buenas condiciones ya que, de lo contrario, puede convertirse en un foco de infecciones y un quebradero de cabeza.

Una de las tareas que hay que hacer con bastante frecuencia es controlar los niveles de cloro, así como el pH del agua, si no está bien regulado, puede reducirse la capacidad desinfectante del cloro o de la cloración salina.

Una buena idea, si cuentas con una piscina de sal, es instalar reguladores automáticos de los niveles de pH y sal, que los controla y regula si es necesario.

SIN ALGAS

Una lámina cristalina y sin algas.

Cuando vas a disfrutar de un buen chapuzón te gusta que el agua esté limpia y clara, sin algas ni otros microorganismos desagradables, ¿verdad? Para lograrlo tendrás que utilizar un algicida, si tu piscina es de cloro, en las de sal este producto no 

es necesario.