LITERATURA Y DEPORTE

¡Ey, lectores! es común que preste atención a mis sueños que me gritan cosas y hace unas semanas soñé que era el momento de diseñar y ofrecer un curso literario relacionando dos grandes esferas que forman parte de mi vida: arte y deporte, que nacieron de manera simultánea, ya que mientras se realizaban las justas olímpicas para llevar al límite la capacidad de los cuerpos, otra competencia paralela se desarrollaba con la escultura, y era la de esculpir a la perfección la fuerza, exigencia, el dolor, el límite de los atletas en una pieza artística que perdurara en el tiempo.

Plasmar en la piedra o el mármol el extremo de nuestro desarrollo físico. Atletas y artistas estaban inspirados por la diosa del triunfo, “Nike”, que de igual manera laureaba a los deportistas, así como a los escultores que dejaban impreso todo aquel detalle del esfuerzo físico. A veces las etiquetas y prejuicios se han encargado de dividir estas dos esferas que nacieron como hermanas siamesas por considerarlas sin ninguna relación, cuando ocurre todo lo contrario, y el tema ha sido estudiado en muchas instituciones internacionales, sobre todo en estudios interdisciplinarios que cruzan variables entre los dos campos.

Este tema fue el primer esbozo que tenía para mi doctorado en literatura, me lo negaron, como muchas veces me pasa, lo veían poco “artístico o académico”, quizá banal o poco profundo y mucho menos digno de ser estudiado en un status quo intelectual, por lo que, regresando a mi sueño y mi emoción como aficionada a los juegos olímpicos, desperté y dije: este es el momento de llevar a cabo ese curso, a ver si alguien se emociona tanto como yo

En realidad (sigamos quitando etiquetas, por favor), no es que quiera ponerlos a hacer ejercicio con un libro en la mano, sino es reconocer la metáfora, la analogía o espejear ciertas disciplinas deportivas que aparecen en la narrativa de la historia o argumento.

No en balde los autores acuden a estas áreas, ya que los deportes también representan otras emociones o conceptos que permean nuestro ser: la fuerza, frustración, el misterio, el éxito, pasión, la incertidumbre, la disciplina, las reglas, los enemigos o los coequiperos, sin olvidar, la muerte, el tiempo, el límite humano, el dolor. 

Elegí seis disciplinas con seis obras, autores y géneros diversos, la mayoría de ellos escritores mexicanos, aunque un famoso japonés se asoma por ahí, por lo que nos acercaremos a obras de gran nivel literario, las leeremos paso a paso, analizaremos la metáfora deportiva tejida en la historia, y ¿por qué no? también platicaremos con algunos autores que se han entusiasmado con este proyecto.

Maratón, la prueba milenaria, “De que hablo cuando hablo de correr” de Murakami, un libro de memorias con reflexiones profundas sobre la analogía entre correr y escribir.

En box, una novela corta “Con la muerte en los puños” de Pedro Ángel Palou; en fútbol no puede faltar el gran Juan Villoro donde incluí su libro clásico “Dios es redondo”, pero él mismo me sugirió agregar “No fue penal” la más reciente historia donde un mismo asunto – el penal – tiene dos perspectivas.

En ciclismo, Jorge Zepeda Patterson escribió una novela policiaca “Muerte contrarreloj”; y quién mostró su interés por participar con los lectores fue Cristina Rivera Garza y su reciente historia, premiada “El invencible verano de Liliana”. Las palabras textuales de Rivera Garza fueron: “gracias por incluir a las nadadoras”. 

Para terminar, el tenis, en un partido entre Caravaggio y Quevedo, sí,así de extravagante el asunto, y lo tejió Álvaro Enrigue en su novela Premio Herralde, “Muerte súbita”. Díganme que comparten mi emoción. Espero que se pueda desarrollar con éxito el curso que será los miércoles, iniciando el 17 de julio, vía Zoom. Evidentemente está dirigido al público en general, ávido de lecturas que deseen extender su placer estético, ese que solo los lectores sabemos que se disfruta y se gana bien. No me olviden dejo mi correo vanessacortesc@hotmail.com