Días de balance, de valorar qué merece la pena mantener y qué debemos cambiar.
Cada año, al finalizarlo, hacemos o deberíamos hacer un resumen o una pequeña reflexión, cuáles han sido nuestros errores, cuáles han sido los retos cumplidos, y si los que nos pusimos al comenzar el año llegaron a buen puerto o simplemente los abandonamos al poco de comenzar.
En Este artículo te decimos cómo deberías motivarte para no abandonarlos en el intento.
COMER MÁS FRUTAS Y VERDURAS
No es solo que lo recomiende la OMS, sino que con ello mejoraremos nuestra dieta, haciéndola más ligera, sana y rica en antioxidantes.
Los alimentos frescos tienen un alto contenido de enzimas que ayudan a mejorar la digestión, la flora bacteriana natural y, con ello, el sistema inmunitario.
Es realmente una costumbre que debemos adquirir, y cuando vamos incorporando día a día estos alimentos, se hacen imprescindibles.
Por eso, lo ideal si queremos conseguir ese propósito, es tan fácil como conseguir establecer una rutina.
Márcate el momento del día en el que de costumbre comerás algún alimento, por ejemplo, el desayuno o a media mañana, tal vez después del gimnasio.
El sitio que sea más o menos el mismo, por ejemplo, en la cocina y repite, repite y repite, aprovecha los primeros días en que los hábitos y las intenciones están más vivas. Al principio cuesta, pero si nos sentimos bien por haber logrado el objetivo, será más gratificante.
HAZ EJERCICIO
Incluir el ejercicio en tu día a día.
Otro de los propósitos de principio de año es hacer más deporte, apuntarse al gimnasio.
Si existe una rutina es cuando se torna en costumbre y la costumbre en necesidad, por lo que, si queremos mantener este propósito, lo ideal sería lo siguiente:
Establecer una rutina de horarios al principio que sea fácil de seguir, que no nos coincida con otras actividades u obligaciones que nos puedan hacer cambiar el horario, ya que al final desistiremos.
Si es posible, apuntarse al gimnasio con otra persona que también tenga la misma intención, y uno por otro podemos motivarnos.
Optar por clases dirigidas en las que haya buen ambiente y conozcamos nuevas personas, quizás motivarnos por sociabilizar será otro de los incentivos que harán que no dejemos de ir.
REVISIÓN MÉDICA
Ir al médico para revisiones y prevención sanitaria.
La mejor manera de evitar una enfermedad es prevenirla, no solo con las rutinas saludables, sino con la prevención
Y no hay que olvidar las revisiones médicas, en las que podemos detectar un cambio de algún parámetro nutricional que se haya alterado, por ejemplo, niveles de azúcar sanguíneo demasiado altos, o niveles de colesterol peligrosos, cuyo control ayudará a evitar las enfermedades no transmisibles.
Así, las mujeres no deben olvidar sus revisiones ginecológicas, en las que se incluyen las mamografías, y los hombres, las urológicas a partir de los 50 años.
Tampoco debemos olvidar de la colonoscopia, que puede ayudar a detectar un cáncer de colon antes de casi su aparición, a partir de los 50 años.
Y otra de las revisiones que deberíamos tener en cuenta son las dermatológicas, en las que pueden hacerse un mapa de las posibles manchas, y lentigos, para descartar que exista alguno maligno.