Tonantsin

Piel de cobre y de canela

De tonantsin mexicana,

Que en una fresca mañana

Llenó de rosas la tela.

En el ayate del hombre, 

Hecho de su sangre y rezo

Dejó para siempre impreso

El milagro de su nombre.

Guadalupe la del cerro

No quiso ser madre de otros,

Mexicana por nosotros

Sin templo, cuna ni encierro.

Manos de tierra morena

Que bendicen chilpayates

Arropados en ayates,

Soñando en la madre buena.

Eres eclipse de luna,

Señora de las estrellas,

La de las pupilas bellas

India y madre cual ninguna.

Deja llegarte mi canto

Con pájaros trovadores,

Zenzontles madrugadores

Con voz de risa y de llanto.

Tu que le brindas consuelo

Al que llora en tu regazo, 

Permite que en un abrazo

Viaje contigo hasta el cielo.

FRANCISCO ARTOLÓZAGA NORIEGA.