M aribel Díaz de León y Santiago Rubín de Celis unieron sus vidas por amor, en una sobria ceremonia, que se efectuó en la capilla de Guadalupe de la Acción Católica.
Sus papás testificaron emocionados los sobrios esponsales.
Con ellos, estuvieron sus hermanos, a sí como seres queridos y amistades cercanas.
Los novios intercambiaron promesas de amor, respeto y fidelidad; ante Dios, se dieron el “Si acepto”.
Enseguida, el sacerdote les impartió el sacramento del matrimonio y bendijo los símbolos que les entregaron los padrinos.
Al final de la Eucaristía, Maribel y Santiago recibieron una prolongada ovación de la selecta concurrencia.
Más tarde, los jóvenes esposos llegaron a la espléndida recepción, en la que compartieron con sus invitados instantes de gran felicidad.