Un 71.5% de la población mexicana se encuentra entre un nivel moderado y elevado de estrés debido a sus deudas, lo cual llega al extremo de provocar problemas de salud, resalta la Encuesta Nacional Sobre Salud Financiera 2023 (ENSAFI), elaborada por el INEGI en colaboración con la Condusef.
De acuerdo con la encuesta, que se realiza por primera vez en el país, como consecuencia del estrés financiero, 34.9% de la población reportó experimentar algún malestar físico, como dolor de cabeza, gastritis, colitis o cambios en la presión arterial.
El documento resalta que en 2023, 17.8% de las personas de 18 años y más presentó un nivel alto de bienestar financiero; 31.4%, un nivel medio alto, y 50.8%, un nivel medio bajo o bajo. En ese sentido, 48.4% dijo sentir preocupación de que las deudas se acumulen y 16.1 % consideró que su nivel de deuda era alta o excesiva.
La ENSAFI muestra que, en temas de seguridad financiera, 45.9 % de la población en el país mencionó que casi nunca o nunca le sobra dinero al final del mes.
Además, 34.6% expresó tener poca o ninguna capacidad para hacer frente a gastos inesperados.
Respecto al control financiero, 56.1% declaró que poco o nada asegura su futuro financiero. Asimismo, 52.7% manifestó sentir poco o nada de tranquilidad respecto a la suficiencia de sus ahorros.
Estrés financiero afecta más a mujeres y jóvenes
De acuerdo con la ENSAFI, las personas en el país experimentan preocupación al enfrentar situaciones financieras. Entre la población de 18 años y más, 38.8% señaló sentir mucha preocupación al momento de pedir un préstamo.
Por su parte, 45.4% dijo preocuparse mucho por los gastos imprevistos y 48.4%, por la acumulación de deudas.
En ese sentido, detalla que 36.9% de la población reportó tener un nivel alto de estrés financiero, 34.6% dijo que su nivel de estrés era moderado, y 28.5 % aseguró que su nivel era bajo o nulo. En ese sentido, las mujeres fueron quienes reportaron tener más estrés.
En cuanto a las emociones derivadas del estrés financiero, el documento muestra que las mujeres experimentaron con mayor frecuencia ansiedad, tristeza, frustración e irritabilidad, en comparación con los hombres. La tristeza fue la que presentó la mayor brecha entre mujeres y hombres.