Ciudad de México.- La consolidación de una poderosa industria local que pueda servir de escudo protector ante las medidas proteccionistas de Washington se ha convertido en una de las apuestas de la presidenta Sheinbaum.
El gobierno decidió apoyar el proyecto que desarrollaron las empresas privadas mexicanas Megaflux y Dina, junto con universidades locales, para la fabricación del primer autobús totalmente eléctrico diseñado y fabricado en México, con el que se espera fortalecer la industria nacional de electromovilidad y competir con otros modelos asiáticos que se venden en el país.
La fabricación de los autobuses eléctricos Taruk -que en la lengua de la etnia indígena yaqui significa “correcaminos”- ya está en pleno proceso y se prevé que para finales de este año estarán en el mercado mexicano al menos unas 200 unidades, indicó a la prensa el fundador y director general de Megaflux, Roberto Gottfried.
La alcaldía del puerto turístico de Ensenada, Baja California, adquirió 80 autobuses, que tienen un valor estimado por unidad de 6.5 millones de pesos. El 70% de los componentes del Taruk son mexicanos incluido su motor, pero las celdas de litio que alimentan la unidad son traídas de China, precisó Gottfried.
Cada unidad tiene una capacidad para 60 pasajeros y una autonomía de hasta 385 kilómetros, tras dos horas de carga.