CIUDAD DE MÉXICO, mayo 2 (EL UNIVERSAL).- México debe regresar a esquemas de evaluación para medir avances y retrocesos en educación y salud infantil, para identificar áreas de mejora y asegurar el cumplimiento de los derechos de la infancia, planteó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
"Las y los niños son prioridad en las familias y deben serlo también a nivel social. Es crucial que las autoridades, instituciones educativas, profesionales de la salud y la sociedad trabajemos juntos para proteger y promover sus derechos. Ser un mejor país para apostar por la formación de mejores ciudadanos. Por desgracia, en los últimos años se les ha dejado en el olvido y se les ha dado la espalda", indicó.
En un comunicado, indicó que para abordar de manera efectiva los desafíos en educación y salud infantil, se requiere mayor inversión y destinar recursos suficientes en programas y servicios dirigidos a la infancia, priorizando la educación y la salud como pilares del desarrollo humano.
Señaló además que es prioritario promover la equidad de género y la inclusión social para garantizar que todas las niñas y niños, independientemente de su origen socioeconómico o geográfico, tengan acceso igualitario a oportunidades educativas y servicios de salud.
----Desafíos de la educación en México
La agrupación patronal aseguró que no sólo existe una regresión de aprendizajes, sino en inseguridad. Resaltó que de acuerdo con datos del organismo civil Educación con Rumbo, la percepción de inseguridad en las escuelas es de 31.5% a nivel nacional, además, ocho de cada diez niños van a la escuela sin un desayuno adecuado, lo que impacta en su aprovechamiento.
En este contexto, señaló que el gobierno federal invierte sólo 4.6% del PIB en educación, comparado con el 5.3% promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y gasta apenas 3 mil 239 dólares al año, mucho menos por estudiante que el promedio de la OCDE que es de 12 mil 647 dólares. Es decir, México invierte apenas una cuarta parte que el resto de los países de ese organismo internacional.