Washington.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, afirmó este jueves que el crecimiento global para 2024 será ligeramente más fuerte de lo esperado por la robusta actividad en Estados Unidos y de varias economías emergentes.
Será el próximo martes cuando el FMI publique su actualización de perspectivas económicas globales (su informe WEO, por sus siglas en inglés) y Georgieva dijo que el crecimiento será “marginalmente más fuerte” por los motivos mencionados y también por “el sólido consumo de los hogares y la inversión empresarial” y por el alivio de los problemas de la cadena de suministro.
Además, señal que la inflación “está bajando algo más rápido de lo esperado” y “la resiliencia de la economía mundial” está “siendo favorecida por mercados laborales fuertes y una fuerza laboral en expansión”, una situación que se debe principalmente a la inmigración, “que ha sido especialmente útil en países con poblaciones que envejecen”, declaró.
“Basándonos en este panorama, resulta tentador dar un suspiro de alivio. Hemos evitado una recesión global y un período de estanflación, como algunos habían predicho”, afirmó la búlgara, que en las próximas semanas será reelegida en su cargo porque es la única aspirante al puesto.
Pese a que Georgieva se mostró en este discurso mucho menos pesimista que en ocasiones anteriores, sí reconoció que todavía hay “muchas cosas de qué preocuparse”. Entre ellas las pobres perspectivas de crecimiento global a mediano plazo, que siguen estando por debajo de su promedio histórico, en torno al 3 %.
Sin “una corrección del rumbo”, señaló, el mundo se dirige hacia “los tibios años veinte, una década lenta y decepcionante”. Otra de las preocupaciones es que actualmente “el entorno global se ha vuelto más desafiante” y las tensiones geopolíticas han aumentado “los riesgos de fragmentación de la economía mundial”, resaltó.
Otro de los grandes retos a nivel global, que el FMI abordará en sus reuniones la semana que viene, es la deuda ya que los niveles en la mayoría de los países son “demasiado altos”.