Ciudad de México.- El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) destacó que el entusiasmo que ha despertado la relocalización de empresas hacia México, fenómeno mejor conocido como nearshoring, no se está reflejando en las cifras de capital extranjero captado.
En un nuevo estudio que dio a conocer este jueves, el banco de los bancos centrales en el mundo, cuyo gerente general es el mexicano Agustín Carstens, pone de manifiesto que no hay evidencia suficiente sobre si existe un apogeo del nearshoring.
Se señala que esto podría tener que ver con el inadecuado desarrollo de la infraestructura necesaria para captar inversiones y el reto que se enfrenta por la aplicación del Estado de derecho para mejorar el entorno.
Las llamadas telefónicas con analistas y encuestas de ganancias muestran un gran interés, y la construcción ha estado en auge, se pondera en el documento titulado “¿Evidencia de nearshoring en las Américas?”
Advierte de señales mixtas
Sin embargo, otros indicadores, como la Inversión Extranjera Directa (IED) y el crecimiento del empleo dentro del sector de la construcción, dan señales mixtas sobre el impacto en toda la economía del nearshoring, de acuerdo con el estudio del BIS.
Se pone énfasis en que, si bien las economías de América están preparadas para cosechar los beneficios de la reasignación comercial, sólo unas pocas lo han hecho hasta ahora.
Refirió que las cuotas de importación de Estados Unidos han aumentado modestamente en el caso de México, Canadá, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. Pero, con excepción de sectores específicos, como en el caso de los instrumentos médicos, el impulso de las fuentes de importación cambiantes de EU todavía no se ha extendido a productos y sectores más nuevos o más complejos, indicó.
Como ejemplo de la falta de evidencia clara particularmente desconcertante, señaló a México.
Estableció que, si bien los efectos de la deslocalización en toda la economía podrían tardar en materializarse, otras explicaciones de por qué el impacto de la relocalización no ha sido mayor, podrían ser el desarrollo inadecuado de la infraestructura en el país y los desafíos relacionados con el Estado de derecho y el entorno de inversión.
Especialistas que participaron en la investigación del BIS ponderaron que las tensiones comerciales y geopolíticas han coincidido con un cambio en las importaciones estadounidenses, lejos de China, hacia otros países bien integrados en las cadenas de valor globales, particularmente el sudeste asiático y México.
Se hace mención sobre el sentimiento del sector privado sobre el nearshoring y la inversión en México, y reconocen que las oportunidades que ofrece el fenómeno han despertado mucho interés.