La moneda mexicana sufrió su peor desempeño en lo que va del año en el overnight y al inicio de esta última jornada de la semana, al cotizar en 22.11 pesos por dólar. Si bien el peso de México ya era castigado por los más recientes datos de la inflación y de la contracción de la economía nacional en el tercer trimestre del año, la nueva variante de la COVID-19 hizo que los mercados cambiarios entraran en mayor aversión al riesgo.
Esta mañana, el peso inició la sesión con una depreciación de 0.58 por ciento (12.6 centavos), cotizando alrededor de 21.69 pesos por dólar, perdiendo por séptima sesión consecutiva y acumulando una caída de 5.04 por ciento -o un peso y 4 centavos-en este periodo.
De acuerdo con Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis de Banco Base, en lo que va de la sesión, el tipo de cambio ha tocado un mínimo de 21.5358 y un máximo de 22.1550 pesos por dólar.
El nivel de los 22 pesos con 11 centavos por dólar lo alcanzó a las 2:00 horas de este viernes 26 de noviembre. La analista de Banco Base agregó que con tipo de cambio máximo alcanzado hoy, el peso mexicano muestra una depreciación de 9.5 por ciento respecto al cierre del 2020.
La noche de ayer también se reportó que el rand sudafricano también alcanzó un nuevo máximo en el año de 16.1815, por nerviosismo asociado a la nueva variante del coronavirus.
VIRUS MUTADO TOMA SUDÁFRICA
La variante B1.1.529 del coronavirus, detectada en Sudáfrica, ha provocado un repunte en las infecciones de COVID-19 en las últimas 36 horas y ha generado alerta entre los científicos que ven “un gran salto en la evolución” del virus SARS-CoV-2 que, además, podría limitar la eficacia de las vacunas, plantea un reporte de The New York Times.
“La variante nos sorprendió, tiene un gran salto evolutivo, muchas más variantes de las que esperábamos, especialmente después de una tercera ola de (variante) Delta muy severa”, explicó en una rueda de prensa virtual el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP, una institución científica del este de Sudáfrica).
La nueva variante presenta “una constelación muy inusual de mutaciones”, pero su “significado aún es incierto”, agregó.
En total, hasta ahora, se han confirmado casos de esta variante en Sudáfrica, en Hong Kong (en un viajero procedente de la nación africana) y en la vecina Botsuana, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Sudáfrica.
En total, la B.1.1.529 presenta más de una treintena de mutaciones y algunas de ellas son, según los científicos sudafricanos, motivo de preocupación por su posible impacto en la transmisibilidad y por su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.
“La variante comparte similitudes con las variantes Lambda y Beta, que están asociadas con una evasión innata de la inmunidad”, dijo al diario Richard Lessells, especialista en enfermedades infecciosas de la Plataforma de Secuenciación de Investigación e Innovación de KwaZulu-Natal.