El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó su expectativa de crecimiento para México a 1.5% para este año, desde el 2.2% que preveía en julio pasado.
Al mismo tiempo, alertó que la reciente reforma judicial está creando importantes incertidumbres sobre la eficacia de la aplicación de los contratos y la previsibilidad del Estado de derecho.
Sin embargo, consideró necesaria una reforma fiscal integral a inicios del nuevo gobierno para poder reducir el déficit y la deuda y aumentar los ingresos tributarios.
En la evaluación anual que realizó como parte de la consulta bajo el artículo IV, advirtió que la sustitución de jueces en varios niveles del Poder Judicial, crea una nueva fuente de incertidumbre que puede socavar las decisiones de inversión privada.
"Es fundamental que esta reforma se implemente de una manera clara y predecible que garantice la independencia y el profesionalismo del Poder Judicial y fortalezca el Estado de derecho", recomendó en las conclusiones del informe preliminar producto de la visita oficial de una misión del staff del organismo que preside Kristalina Georgieva.
Para el equipo que realizó la evaluación sobre México, a pesar de una postura fiscal expansiva, el crecimiento se está desacelerando alrededor del 1.5% este año, debido a las limitaciones de capacidad vinculante y a la estricta política monetaria.
Se espera que la continua restricción monetaria y la desaceleración de la actividad reduzcan la inflación al objetivo del 3% de Banco de México (Banxico) para 2025.
Así, advirtió que mientras los riesgos de crecimiento se inclinan a la baja, para la inflación permanecen al alza.
Urgió a contar con una estrategia fiscal a medio plazo para reducir los déficits y la deuda, aumentar los ingresos fiscales y crear espacio fiscal para las inversiones en capital humano y físico.
Esto requeriría poner en marcha una reforma fiscal integral al principio de la nueva administración, reduciendo de forma duradera el déficit fiscal mientras se prioriza cuidadosamente el gasto público y se reducen las desigualdades en el sistema de pensiones.
Abordar los desequilibrios entre el presupuesto federal y Petróleos Mexicanos (Pemex), y mejorar el gobierno corporativo de este último, también son prioridades importantes, ponderó.
"México tendrá que hacer ajustes más fuertes ante deuda"
Ante una deuda global abultada que pasará del 93% del Producto Interno Bruto mundial (PIB) con 100 billones de dólares en 2024 hasta el 100% en 2030, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que es muy probable que se requieran ajustes fiscales mucho mayores a los planificados para estabilizar o reducir la deuda.
Para el caso de México, indicó el FMI, se debería evaluar de manera integral las tasas y los umbrales impositivos del IVA y del gravamen sobre la renta personal.
En el capítulo 1 que el organismo adelantó este martes como un avance del Monitor Fiscal titulado "Poner un tope a la deuda pública", que dará a conocer de manera completa la próxima semana en el marco de las reuniones de otoño, muestra que los riesgos para las perspectivas de la deuda son fuertemente alcistas.
"Existen buenas razones para creer que los niveles de deuda futuros podrían ser más altos que los proyectados actualmente", previó.
Se pone de manifiesto que el discurso político sobre cuestiones fiscales se ha inclinado cada vez más hacia un mayor gasto gubernamental en las últimas décadas.
La incertidumbre de la política fiscal ha aumentado y las líneas rojas políticas en materia de impuestos se han vuelto más arraigadas, se advierte en el documento del organismo que preside Kristalina Georgieva.
Además, ponderó que las presiones de gasto para abordar las transiciones verdes, el envejecimiento de la población, las preocupaciones de seguridad y los desafíos de desarrollo de larga data están aumentando.
Plantea FMI recortes a la inversión pública en países como México
Presenta las alternativas que tendrían algunos países como México, para hacer un ajuste fiscal a través de paquetes ilustrativos que les permitiría bajar la razón deuda/PIB a niveles estables sin efectos sobre la producción y la desigualdad.
La primera opción es un paquete de ajuste indeseable que se basa en recortes a la inversión pública en lugar de que el gobierno se ajuste el cinturón, y que mantiene la mayoría de los subsidios no focalizados, el tipo de ajuste que los gobiernos han propuesto a menudo en el pasado.
Otra, es un ajuste, el más preferido porque mitiga los efectos adversos sobre la producción y la desigualdad, al combinar medidas de ingresos y gastos, salvaguardando la inversión pública que protege a los hogares vulnerables a través de transferencias específicas y elimina gradualmente los subsidios no focalizados.
Dicho ajuste requeriría reformas para abordar las rigideces presupuestarias y reasignar el gasto a donde más se necesita.
Considera que la eliminación gradual de los subsidios no focalizados o regresivos puede ayudar a limitar los recortes del gasto gubernamental.
Reconstruir los amortiguadores fiscales de una manera favorable al crecimiento y contener la deuda es esencial para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad financiera, según el reporte del FMI.