La caída de las tasas de interés beneficia a más que solo los mercados bursátiles y de renta fija. Claramente, las criptomonedas también se benefician.
A medida que caen las tasas de interés, los activos considerados de riesgo se vuelven más atractivos, mientras que los bonos gubernamentales y otras inversiones consideradas seguras ofrecen un menor rendimiento. El interés por las criptomonedas aumenta.
En los últimos años, el mercado de criptomonedas ha demostrado resiliencia y capacidad de innovación. Sin embargo, su trayectoria suele verse influenciada por factores económicos que configuran el comportamiento de los inversores y la asignación de capital a escala global. Un factor significativo es la política monetaria de los bancos centrales, en particular las decisiones de recortar las tasas de interés.
De manera similar, el programa de afiliado Forex ofrece altos rendimientos en épocas de tasas de interés bajas.
La dinámica es relativamente simple: cuando los bancos centrales recortan las tasas de interés, el coste del dinero disminuye. Esto beneficia a los activos de riesgo, como las criptomonedas. Tradicionalmente, las tasas de interés altas incentivan el ahorro y la inversión en activos considerados más seguros, como los bonos gubernamentales, que ofrecen rentabilidades garantizadas. Cuando las tasas bajan, la rentabilidad de estos activos disminuye, haciéndolos menos atractivos. En este escenario, los inversores, tanto institucionales como minoristas, están comenzando a buscar alternativas para generar rentabilidades más significativas. Aquí es donde destaca el mercado de las criptomonedas. Activos como Bitcoin y Ethereum ofrecen la promesa de rendimientos potenciales mucho mayores, aunque con un riesgo igualmente alto. Con el menor costo del capital, existe un mayor incentivo para transferir dinero de inversiones de bajo riesgo a activos de alto riesgo con altos rendimientos potenciales.
Las tasas de interés más bajas no solo desincentivan el ahorro en activos de bajo rendimiento, sino que también aumentan la liquidez en la economía global. Con el dinero más barato, a empresas y particulares les resulta más fácil obtener préstamos. Este exceso de liquidez busca un destino, y en un entorno de búsqueda de rendimiento, una parte significativa puede dirigirse a los mercados emergentes y, fundamentalmente, al sector de las criptomonedas.
En un entorno de tasas de interés bajas o negativas, el capital se vuelve abundante y barato. El resultado es un mayor apetito por el riesgo, donde los inversores se sienten más cómodos asignando una mayor parte de su cartera a activos volátiles, con la esperanza de obtener ganancias exponenciales. Para el mercado de criptomonedas, esto se traduce en un aumento de la demanda, el volumen de operaciones y, en consecuencia, la apreciación de los activos.
Más allá del efecto directo de las entradas de capital, la reducción global de las tasas de interés refuerza la narrativa de Bitcoin como reserva digital de valor. En tiempos de incertidumbre económica y políticas de flexibilización cuantitativa que devalúan las monedas fiduciarias, Bitcoin, con su oferta finita y su descentralización, cobra fuerza como cobertura contra la inflación y la devaluación monetaria.
La política de recorte de tipos de interés crea un entorno económico en el que la escasez de rendimientos de los activos tradicionales impulsa el capital hacia el mercado de criptomonedas. El aumento de la liquidez global y el mayor apetito por el riesgo actúan como catalizadores de la apreciación de los activos digitales. Si bien el mercado de criptomonedas se ve influenciado por numerosos factores, la flexibilización de la política monetaria global es, sin duda, uno de los vientos más favorables que podrían impulsar el próximo ciclo de crecimiento y adopción masiva.