CIUDAD DE MÉXICO.- La inflación en México se ubicó en 3.69% anual en la primera mitad de enero de este año, su menor registro desde la segunda quincena de febrero de 2021, apoyada sobre todo en una caída en los precios de frutas y verduras, revelan datos publicados ayer por el Inegi.
En la primera quincena del mes, el Índice Nacional de Precios al Consumidor tuvo un incremento de 0.2% respecto al periodo inmediato anterior, la tasa más baja para dicho lapso desde 2019.
Así, la inflación anual general ligó cinco quincenas a la baja, ayudada por la disminución del rubro no subyacente, es decir, la parte de los bienes cuyos precios son más volátiles, que pasó de 4.9% en la segunda quincena de diciembre a 3.6% en la primera mitad del presente mes.
Lo anterior, por una base de comparación mucho más favorable en frutas y verduras, que reportaron una contracción de 6.1% anual en la primera mitad de enero, ante la eliminación del choque adverso registrado el año pasado, explicaron especialistas de Banorte.
No obstante, advirtieron que ese efecto probablemente se revertirá en febrero. Con ello, el panorama para ese sector se mantiene relativamente adverso, aunque mejor que en el mismo punto de 2024.
En específico, los niveles de sequía son más acotados, con 49.8% del territorio nacional con un nivel de afectación al 15 de enero, contra 81.9% hace un año, mientras que el nivel de llenado de las presas es de 57.1%, contra 49.7% en 2024.
La inflación subyacente, es decir, su parte más inflexible, fue más estable, con un incremento de 3.7%, tasa similar a la del periodo anterior, destacando un repunte adicional en el caso de las mercancías, que pasaron de 2.5% a 2.7% a tasa anual, hilando tres quincenas al alza.
En este frente, los riesgos están más centrados en el potencial de nuevos aranceles (con las medidas compensatorias pudiendo impactar las categorías), así como en el riesgo de una aceleración del traspaso del tipo de cambio, estimaron analistas de Banorte.
Los servicios, con un incremento anual de 4.8%, siguieron ajustándose a la baja, destacando ganancias adicionales en ‘otros servicios’, a pesar de una mayor reticencia a disminuir de la vivienda y la educación.