Millones de mexicanos volvieron esta Semana Santa a una temporada vacacional marcada por el turismo local y el regreso a las viejas tradiciones de viajar sencillo.
Los anafres, molcajetes y el olor a carne asada inundan las Grutas de Tolantongo, un lugar paradisíaco del central estado de Hidalgo, donde el turismo local rinde tributo a los paseos de los abuelos, con pocos recursos pero con ganas de divertirse.
En las espaldas cargan maletas y bolsas de mano con latas de atún, galletas saladas y fruta fresca, comida para disfrutar de un paraje natural de cuevas y montañas semidesérticas.
Los trajes de baño y toallas en barandales, ramas de árboles y en ventanas de autos para secarlos con el sol son la estampa típica para una mayoría de turistas nacionales que buscan destinos de sol y agua.
Las aguas del río, con una temperatura de hasta 20 grados centígrados, atraen para estar horas sumergidos entre blancas piedras, y las grutas son un imán para ingresar a un túnel oscuro.
"Me gusta venir aquí por los paisajes", afirma Gabriel, un profesor de primaria con dos hijos y acompañado por su esposa, a quienes, dice, les gusta el "agua calientita" que emana de las montañas del lugar.
Para su economía, asistir al centro vacacional es un lujo. Regularmente acude a balnearios de acceso por 100 pesos, pero ahora decidió consentir a los suyos y pagar 200 pesos por cada uno de ellos.
"No es barato, yo iría a uno que cobren cien pesos, aquí cobran 200 pesos, pero son vacaciones importantes", afirma. Carga en bolsas de mandado, frituras, queso y jamón.
La oferta, en pequeños establecimientos al lado del afluente, es de sopas instantáneas, elotes y chicharrones preparados, alitas, cerveza y piñas coladas.
Los 100 pesos mexicanos que pagan por una cerveza michelada, con distintas salsas, jugo de limón y sal, abonan al repunte en el consumo interno que significa la Semana Santa, cuando se estiman ingresos superiores a los 160.000 millones de pesos por turismo en el país.
Aunque la inflación general decreció a una tasa anual de 6.85 % en marzo, el rubro de restaurantes y hoteles creció un 11.58 % interanual.
Por ello, salchichas y quesos comprados en el supermercado son el alimento seleccionado por familias como la Caballero, originaria de Pachuca, la capital hidalguense, que disfrutó un día de paseo en un periodo de asueto que mueve a más de 11 millones de turistas en distintos destinos mexicanos.
"Solo un día", resume así sus vacaciones Ana, integrante del clan.
Como ellos, con sus cinco integrantes de la familia, los visitantes buscan además limpiar sus cuerpos con los minerales que contienen las aguas termales bajadas de las montañas de este sitio ubicado entre los límites del Valle del Mezquital, Sierra Gorda y Sierra Baja.