La perspectiva del peso: La moneda mexicana en el contexto mundial

Las caídas de valor en el peso favorecen las exportaciones, mientras que su incremento permite a las empresas mexicanas importar productos a mejor precio

Considerado como una de las divisas más importantes de América Latina y del continente americano, el peso mexicano está experimentando un año de transición marcado por la incertidumbre de los procesos electorales tanto en México como en los Estados Unidos. A pesar de estas dudas, sin embargo, el peso se encuentra en un buen momento para retomar la senda del crecimiento y seguir impulsando la economía mexicana en los próximos años.

El tumultuoso recorrido del peso en lo que va de siglo

El valor actual del peso mexicano sigue estando marcado por la abrupta caída que sufrió tras la crisis de 2008, cuando pasó de los 0,10 USD por peso –un umbral que había alcanzado muy recientemente– a los 0,064 USD por peso. La cercanía de la economía mexicana con la economía estadounidense, y el hecho de que miles de familias mexicanas sufrieron de primera mano el estallido de la burbuja hipotecaria en Estados Unidos, castigó al peso de forma severa.

El peso continuó su devaluación durante el periodo entre 2014 y 2016, sufriendo en parte por la política monetaria estadounidense –la Reserva Federal aumentó los tipos de interés, lo que redujo la compra de pesos desde Estados Unidos–, pero sobre todo debido a la crisis de Pemex. El precio del petróleo cayó de los 110 USD a los 50 USD en solo unos meses, lo que causó serios problemas a las exportaciones mexicanas y a la economía del país.

Importancia económica del peso mexicano

Pese a estas dificultades, el peso mexicano sigue siendo una de las divisas más importantes de América Latina, y tiene una posición de privilegio en los mercados internacionales. Además, al contrario de lo que ocurrió con otras divisas como el dólar o el euro, el peso mexicano experimentó una gran recuperación tras la crisis de 2020 causada por la pandemia global, llegando a alcanzar un precio que no se veía desde 2015.

Se trata de una excelente noticia para la economía mexicana, que se ve especialmente afectada por el valor del peso en los siguientes sectores:

·        Exportaciones e importaciones. Como en cualquier país, las caídas de valor en el peso favorecen las exportaciones, mientras que su incremento permite a las empresas mexicanas importar productos a mejor precio.

·        Envío de remesas. Se espera que este año el envío de remesas a México constituya un 3,7% del PIB, superando el 3,5% del año anterior. El valor del peso con respecto al dólar estadounidense es especialmente relevante en este sector

·        Turismo. La relación del peso mexicano con el dólar estadounidense es clave para el turismo, sobre todo en la Rivera Maya. Cuando el peso se devalúa, es capaz de atraer a un mayor número de turistas y revitalizar el sector.

·        Industria petrolera. El precio del petróleo suele determinarse en dólares estadounidenses. Los ingresos de Pemex en pesos aumentan si el peso se devalúa, pero, al mismo tiempo, se dificulta en parte su acceso al mercado crediticio.

Influencia del peso mexicano en el escenario global

El peso mexicano ejerce un interesante rol de bisagra entre las economías de Estados Unidos y Canadá, por una parte, y las de América Latina, por otra. La economía mexicana es la segunda más importante de toda Latinoamérica, solo por detrás de la de Brasil, mientras que México se constituye como el principal socio comercial latinoamericano para los Estados Unidos. Por eso el peso mexicano tiene tanto peso regional.

Son muchas las empresas de América Latina que invierten en los Estados Unidos a través de filiales mexicanas, aprovechando las facilidades del idioma y los acuerdos bilaterales de comercio entre México y países como Chile, Colombia o Brasil. Por su parte, el T-MEC sitúa a México como un socio de privilegio para las empresas de Canadá o Estados Unidos interesadas en expandir su presencia en Latinoamérica.

Los desafíos de un año electoral por partida doble

Si bien en los últimos meses el peso mexicano ha sufrido una ligera devaluación debido a la incertidumbre generada por las elecciones nacionales, cabe esperar que experimente una recuperación rápida y que vuelva a niveles en torno a los 0,06 $. Las previsiones más optimistas sitúan estos niveles como un umbral de base para que la divisa continúe revalorizándose como ha venido haciendo desde abril de 2020.

Los elevados precios del petróleo juegan a favor del peso mexicano gracias a las exportaciones de Pemex, mientras que la recuperación de la economía estadounidense también se traduce en un mayor envío de remesas. En este aspecto será clave considerar el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre en los Estados Unidos, donde ambos partidos acuden con ideas contrapuestas sobre la inmigración.

Un futuro prometedor a pesar de la incertidumbre

Resuelta la incertidumbre de las elecciones mexicanas, y con la OPEP decidida a mantener su nivel de producción de petróleo, las perspectivas del peso mexicano son optimistas para los próximos años. La única gran duda gira en torno a los resultados de las elecciones de noviembre en los Estados Unidos, que pueden condicionar el envío de remesas en la próxima legislatura. Pese a todo, el contexto es favorable para la revalorización del peso.