Además, estos trabajadores estarán protegidos por el nuevo contrato colectivo que se logre después de la huelga.
Hasta ahora, la huelga le ha costado 200 millones de dólares a General Motors.
El presidente del UAW, Shawn Fain, dijo que el sindicato tomó la decisión de no incorporar más plantas a la huelga tras el avance en las conversaciones con GM.
El UAW amenazó con extender la huelga a una planta de GM en Arlington, Texas, que ensambla SUV de tamaño completo.
En cuanto a venta de autos en Estados Unidos, la huelga parece estar impactando.
En septiembre, la venta de autos ligeros en el mercado estadounidense sumó 254 mil unidades, un decremento de 3% mensual, pero un aumento de 9.3% de forma anual, dio a conocer Intercam.
Esta huelga es la más importante que ha sucedido en décadas y se estima que ya comienza a generar un impacto negativo en los niveles de actividad económica en la Unión Americana.
Actualmente están en huelga tres plantas de manufactura: planta de Ensamble de Ford, línea final de ensamble y línea de pintura, en Wayne, Michigan; planta de Ensamble de Stellantis, en Toledo, Ohio, y la planta de ensamble de General Motors, en Wentzville, Missouri.