Ciudad de México.- Más de 24 millones de mujeres forman parte de la población económicamente activa en México, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cuarto trimestre de 2023 y, a pesar de que representan 40% de la fuerza laboral en el país, aún ocupan, principalmente, puestos enfocados en el comercio, como oficinistas o trabajadoras de la educación, mientras que, por otro lado, los lugares de funcionarios y directivos continúan en manos de los hombres.
Esto tiene una consecuencia tácita: el sueldo de las mujeres está por debajo del de la población masculina. Los datos de la ENOE 2022 revelan que la mitad de los trabajadores que ganan hasta un salario mínimo son mujeres, pero al buscar su participación en sectores donde la paga es de hasta cinco salarios mínimos —más de mil pesos al día— sólo ocupan 30% de este universo.
Esto se refuerza con los datos publicados por Fundar en su informe Tributación feminista: los casos de Argentina y México, un estudio que por primera vez analiza los ingresos y deducciones por género en el país y muestra que la brecha salarial está presente en todos los niveles.
En el decil 10, formado apenas por 399 mil 783 mexicanos con un ingreso promedio mensual de alrededor de 144 mil 664 pesos, sólo 24% son mujeres, y la brecha salarial es de aproximadamente 268 mil pesos entre género al acumularlos de manera anual, expone el análisis de Fundar a partir de los datos abiertos del Sistema de Administración Tributaria (SAT) que datan de 2015.
La situación se vuelve más desigual al momento de analizar la contribución tributaria de las mujeres en el país, ya que, al tener sueldos menores y patrones de consumo diferentes, no son candidatas a ciertos beneficios otorgados por el sistema tributario que se concentran entre aquellos que perciben mayores ingresos y trabajan en la formalidad.
Un ejemplo es el Impuesto Sobre la Renta (ISR); de acuerdo con las estimaciones hechas por Fundar, los hombres acceden a las deducciones de ISR en una proporción significativamente mayor que las mujeres (75.8% contra 24.2%).
El análisis muestra que hay deducciones que benefician, principalmente, a trabajadores asalariados de tiempo completo que laboran en el sector formal, pero no se toma en cuenta a las mujeres del sector informal, un ramo en donde 56% son mujeres de 15 años o más, según la ENOE.