Para Opormex esa decisión no fue la mejor porque no hubo un rigor sanitario para impedir la entrada de enfermedades a México y se propiciaba la competencia desleal para los productores mexicanos.
"El tiempo se encargó de comprobar que ninguno de los dos objetivos económicos planteados por la autoridad sanitaria fue correcto ni alcanzable, es decir, ni se mermó la dependencia del principal proveedor, ni se redujo el precio al consumidor. A la fecha Brasil exportó 23 mil toneladas de carne de cerdo, con un valor de 57.7 millones de dólares", dijo la Organización.
Para los productores porcinos el juicio de amparo no avanza porque la autoridad, especialmente el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica) pretende evitar la suspensión de las importaciones, presentando documentos, entre múltiples acciones que retrasan la resolución final.
A pesar de ello, Opormex "mantiene una expectativa conservadora en el sentido de contar con una resolución final, en no menos de 8 meses, aunque este tiempo también depende en gran medida de "los retrasos del Senasica" e inclusive los periodos vacacionales", por lo que exhortó a los importadores a dejar de comprar carne brasileña.