"Baratos" con el calificativo adicional de "accesibles" para cualquier bolsillo e incluso como una opción que permite atender una emergencia, así es como miran consumidores del Valle de Toluca los productos de los mega bazares asiático.
Estos sitios se han consolidado como espacios que concentra la venta prácticamente de cualquier objeto. Basta con acudir cualquier día de la semana para apreciar cómo las familias han asimilado el formato, pero sobre todo los precios que manejan.
El elemento atractivo de estos lugares es sencillo: concentrar en un solo lugar todos los artículos necesarios para el hogar.
Desde sartenes, cubiertos, vajillas, cuchillos, hasta cafeteras italianas o máquinas prensadoras para hacer tortillas. También hay ropa, ferretería, jardinería, y hasta comida. El impacto económico para los pequeños comercios es evidente. La competencia "desleal", como la denominan las familias, es innegable, ya que los precios son mucho más bajos que en otras tiendas. Un sartén que cuesta 250 o 300 pesos en una tienda, se encuentra aquí por 170 pesos.
Los consumidores reconocen que, aunque la calidad no es la mejor y los productos tienen una durabilidad mínima, prefieren comprarlos por la opción de precio inmediato. "Si terminan siendo una alternativa rápida para salir de un contratiempo, aunque no sean de buena calidad", indicó Álvaro González, consumidor. La diferencia de precios entre estos productos y los de mayor calidad, con una duración más larga, es notable, pero el precio inicial es lo que atrae a los compradores.
Aunque los consumidores admiten que los productos son de baja calidad y algunos provienen de contrabando, no los ven como responsables de la situación. Aseguran que es un tema del gobierno, no de ellos. Muchos aseguran que lo que sucede en el mercado, incluyendo la entrada de estos productos, es una cuestión que debe ser regulada por la autoridad. "Si permiten que tiendas de este tamaño operen abiertamente, es un problema del gobierno", señaló Ricardo Guadarrama, consumidor.
Mientras tanto, los empresarios locales se quejan de la competencia desleal que enfrentan, pues no pueden competir con los precios tan bajos. El Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem) ha expresado su preocupación por el impacto de estos productos en la economía local.
Mauricio Massud Martínez, presidente de Concaem, advierte que la venta de estos productos pone en riesgo la economía, ya que muchas veces carecen de las normas adecuadas y pueden afectar la salud. En México, los productos de origen asiático, especialmente de China, han ido en aumento. En los primeros cinco meses del año, el número de contenedores procedentes de China aumentó 60 por ciento, alcanzando los 117 mil contenedores, lo que genera preocupación sobre el impacto económico de esta importación masiva. La entrada de estos productos está exenta de impuestos bajo el Tratado de Libre Comercio, lo que permite que lleguen a precios más bajos, pero sin el control adecuado.