Ciudad de México.- Consideradas por el Banco Mundial como vitales para reducir la pobreza, las remesas familiares superaron en un mes los 100 mil millones de pesos, por primera vez en la historia.
El país captó 5 mil 172 millones de dólares por estas transferencias durante mayo pasado, lo que convertido en pesos significa 103 mil 607 millones, de acuerdo con información del Banco de México (Banxico).
Desde que se tiene registro disponible, a partir de 1980, México nunca había recibido tantos ingresos por remesas durante un solo mes, ya sea en dólares o en pesos.
“Es un nuevo máximo histórico, recordando que mayo es el mes más fuerte del año en términos absolutos, ya que se envían más recursos por el Día de las Madres. Además, creemos que el buen desempeño económico en Estados Unidos y los altos precios que se reflejan, al menos parcialmente, en los salarios, también ayudaron”, opinaron al respecto analistas de Banorte.
Cada mexicano envió en promedio 380 dólares, lo que equivale a 7 mil 600 pesos, principalmente a sus madres, esposas, abuelas y hermanas. En el acumulado desde enero hasta mayo de este año, los llamados “migradólares” alcanzaron un flujo total de 22 mil 413 millones de dólares, un incremento de 17% respecto al mismo periodo del año pasado y más del doble que en igual lapso de 2016.
En Banorte anticipan que el país va a captar 56 mil 500 millones de dólares por concepto de remesas familiares a lo largo de 2022, lo que significa establecer un máximo histórico por séptimo año consecutivo. Es decir, que las remesas enviadas por más de 7 millones de trabajadores migrantes mexicanos serán más poderosas que la riqueza de países enteros, como por ejemplo, Venezuela.
El flujo proyectado de remesas para el año en curso equivale a la riqueza total conjunta de cuatro entidades de nuestro país: Quintana Roo, Baja California Sur, Nayarit y Guerrero, donde habitan más de 7 millones de personas, de acuerdo con lo señalado por cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin las remesas, habría más pobreza en México y el precio del dólar sería más caro, consideró en su momento Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.