El comportamiento empresarial es medible en términos de impacto social, cultural y retorno de inversión en sus colaboradores y la sociedad. La participación de las nuevas generaciones es crucial para que tanto la juventud como la experiencia formen lazos de habilidades y destrezas en este sector.
Eduardo Massé, panelista del reciente Congreso Internacional de Talento Humano organizado por la Asociación de Ejecutivos de la Gestión del Talento Humano A.C. (Aderiac), destacó la necesidad de que las empresas redefinan su papel como generadoras de talento humano y capital de inversión, buscando modelos que les permitan crecer y desarrollar estrategias de atracción.
"Si no se realiza esta adaptabilidad, las empresas corren el riesgo de mantener roles obsoletos, reducir su plantilla de trabajo e incrementar los costos de productividad debido al alto nivel de rotación, lo cual las convierte en lugares poco atractivos para los trabajadores," comentó Massé.
En entrevista, el conferencista mencionó que el fenómeno del teletrabajo o home office, al ser una modalidad laboral donde los empleados desempeñan sus funciones de manera remota o fuera del espacio de trabajo tradicional, también genera interrogantes sobre su permanencia. Esto se debe a que para las empresas, esta situación podría representar un costo extra en caso de que alguno de sus colaboradores sufra un accidente fuera del trabajo pero en horario laboral. Además, será complicado volver a fijar a los perfiles nómadas digitales, es decir, aquellos que trabajan de manera remota fuera de una oficina.
Al preguntarle sobre su participación en el evento, expresó: "La reacción de la audiencia fue espectacular. El objetivo es ser parte de los agentes activos en la redefinición de las empresas para mejorar el área de recursos humanos y así enriquecer cada proyecto," comentó el CEO, consultor, autor, conferencista e investigador experto en Ciencia del Comportamiento Humano y Cultura Organizacional.