DE ORGULLO A VERGÜENZA

Todas las personas investidas de autoridad deberían tener terminantemente prohibido por lo menos dos cosas: ser cobardes en el cumplimiento de sus responsabilidades, y ser tontos o, peor, actuar como si lo fueran. Escribo esto pensando en el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, otrora motivo de nuestro orgullo cívico y hoy causa de nuestras vergüenzas.

Antes de entrar en los detalles jurídicos del absurdo de validar el registro como candidatos mujeres a un grupo de rufianes que toda su vida han sido hombres y actuado como tales, permítaseme plantear una cuestión de principio: ¿Qué es en lo esencial el Ceepac y con quién es su compromiso principal? 

Me parece obvia la primera respuesta: es un órgano ciudadanizado que tiene delegadas funciones de estado, concretamente la organización, conducción y supervisión de las elecciones. Luego, ¿qué intereses debe representar y defender en primer lugar: el de los ciudadanos o el de los partidos y sus candidatos?

Antes de intentar una respuesta, me parece necesario recordar la estirpe del Ceepac: es el primer órgano electoral ciudadanizado del país, y su paradigmática constitución fue resultado de la acción y presión ciudadanas, muy por encima del mérito de los partidos que la apoyaron. Nuestro organismo electoral es original y esencialmente producto de la ciudadanía acaudillada por el doctor Salvador Nava, a la que ahora le ha vuelto la espalda.

El Ceepac decidió validar los registros como candidatos a presidentes municipales de varios gandallas que para beneficiarse de las reglas de la equidad de género simplemente llegaron y dijeron algo así como “hoy me desperté percibiéndome a mí mismo como mujer”. O sea, “hoy amanecí sintiéndome muy femenino y vengo a que me registres como tal”. Esto, por parte de varios individuos que toda su vida se han conducido y reconocido como hombres.

La viabilidad jurídica de este absurdo la ofrece un par de tesis de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de hace cinco años (I/2019 y II/2019), ambas derivadas de un Juicio de Protección de los Derechos Político Electorales de los Ciudadanos (SUP-JDC-304/2018). En esencia este criterio del TEPJF lo que dice es que la simple manifestación de identidad (de género en este caso) de la persona es suficiente para acreditarla, ya que es parte del derecho humano al libre desarrollo de la personalidad. Esta conceptualización viene acompañada del convencimiento de que pedir cualquier comprobación adicional de la identidad de género sería una “carga excesiva” para el interesado y violatoria de sus derechos humanos. 

Es justamente en esta idea de no incurrir en una “carga excesiva” que se amparan el Ceepac y sus comités. La opinión coincidente de un par de abogados competentes en la materia y confiables en sus juicios, es que esta salida es la más fácil, comodina y medrosa de todas. 

Me dicen los juristas consultados que, si bien la autoridad electoral hubiera violentado esa Tesis exigiendo cualquier comprobación adicional, nada le impedía decirle a los interesados algo así como: “de la revisión de los documentos que nos han entregado (manifestación de auto adscripción de género, acta de nacimiento, fotocopias credencial de elector, comprobante de domicilio, etc.) encontramos contradicciones o inconsistencias que atentamente les pedimos solventar en equis plazo. Tales datos contradictorios eran fáciles de detectar: me vienes a decir que te sientes mujer, pero tu acta de nacimiento dice que eres hombre; tu credencial de elector lo mismo y en los demás documentos igual. Solo aclárame esta confusión y adelante”. 

Lo anterior, perfectamente sustentado en la propia resolución del TEPJF citada, ya que luego de enfatizar que la auto adscripción de género es suficiente para que la autoridad la dé por buena, ese mismo documento dice: “Cuando existan indicios o evidencias en el expediente que generen duda sobre la autenticidad de la adscripción, y con la finalidad de evitar el abuso de derechos o salvaguardar derechos de terceros, esas autoridades deben verificar que ésta se encuentre libre de vicios”.

Además, a nivel de la Constitución General de la República está prescrito que la autoridad electoral debe conducir su desempeño con estricto apego a varios principios, uno de los cuales es la Certeza. Se atreverá el Ceepac a decir que gracias a su comodina evasión de responsabilidades los electores de Venado, Villa de Arista, Vanegas y Ahualulco tienen certeza sobre quiénes les están pidiendo su voto y, eventualmente, a quién se lo darán.

En la balanza del Ceepac pesaron más los turbios intereses de cuatro chapuceros infames y sus partidos que los de unos 60 mil ciudadanos electores de esos municipios. Absurdo.

Si la Tesis citada dice que cada quien es libre, en materia de género, de percibirse como quiera, también la ley dice que es delito mentirle a la autoridad. 

¿Qué cara va a poner el Ceepac si el primero de octubre, en el supuesto de que alguno de estos facinerosos gane la elección, al momento mismo de tomar posesión dice en su discurso “¿Qué creen, hoy me desperté sintiéndome hombre así que trátenme como tal”.

A reserva de retomar este deplorable asunto la siguiente semana, hay que subrayar algo poco ventilado: los partidos involucrados (Verde y PRD) tienen plena responsabilidad en este agravio al electorado. Ellos son los encargados de hacer los registros de sus candidatos. Alguien de paso se hinchó los bolsillos con esta porquería.

Para tomar en cuenta: El artículo 251 del Código Penal del Estado dispone: “También comete el delito de falsificación de documentos, y será sancionado con la pena a que se refiere el artículo anterior (de uno a cinco años de prisión y multa) quien, (V) Se atribuya, al extender un documento, un nombre o una investidura, calidad o circunstancia que no tenga y que sea necesario para la validez del acto, o se lo atribuya a la persona en cuyo nombre lo hace.” 

Tres de los siete consejeros del Ceepac son abogados con buenas calificaciones. ¿Qué pasó? Ya doña Paloma advirtió con una soberbia inaudita “ya dije lo que dije y no digo más”. ¿Cómo hacerle entender que su jugoso sueldo incluye defender el prestigio de la institución? 

DESAVENIENCIAS

El creciente distanciamiento entre el gobernador Ricardo Gallardo y su secretario general Lupe Uñas Largas, notorio desde finales del año pasado conforme se fueron perfilando las principales candidaturas del Verde y del PT, se ha acentuado estas últimas semanas y hay quienes vislumbran un rompimiento definitivo. En ese contexto, la renuncia del Fiscal General del Estado y los reacomodos a que dará lugar, se complicó y no está claro cómo se va a procesar.

Lupe tiene ambiciones políticas. Al acercarse el momento de las definiciones, consideró viable ser candidato al Senado, pero no hubo forma. Cierto que poco tenía que hacer frente al proyecto sucesorio encarnado en doña Ruth, pero quizá siendo su compañero de fórmula y alcanzando un escaño, desde ahí hubiera labrado su futuro de cara al 2027. Ni en cuenta. Esa posibilidad se la regalaron al gris Gilberto Hernández Villafuerte, lo que entre los adeptos de Uñas Largas se leyó como un freno a cualquier posibilidad futura.

Todavía cuando Gallardo peleó y logró la segunda posición en la fórmula de Morena, que encabezaría Rita Ozalia, se despertaron esperanzas para el todavía segundo de a bordo, pero el gallardismo prefirió entregarla a Nachito Segura, quien está en buenas posibilidades de ser senador por esa vía, sin mérito conocido.

Quedaba la posibilidad de una diputación federal pluri, por el Verde desde luego, que complementada con la coordinación de la respectiva diputación lo dejaba en condiciones de subirse a la carretera que conduce al 2027. Ni eso. Gallardo prefirió reciclar a la defenestrada alcaldesa de Soledad, doña Leonor, que va a ser diputada sin sudar ni una gota, y acomodó en un seguro tercer lugar de la lista a su señor padre. Gallardo Juárez va como suplente de Omar Alejandro Acosta Ornelas, un funcionario de medio pelo en la Sedesore.

Después de la paliza, Lupe recibió un tanque de oxígeno: fracasada la intentona de hacer candidato a alcalde de la capital a Hernández Villafuerte, Gallardo volteó a ver a Sonia, quien era promovida por Uñas Largas, y a ella se le entregó la candidatura. Como es obvio que Sonia de gallardista tiene lo mismo que Ruíz Contreras de honesto, y un poco como para salvar la cara con sus amistades que la identifican con los postulados y estilos panistas, la matehualense soltó en un par de reuniones que ella no le debía su postulación a Gallardo Cardona, sino directamente al Niño Verde, con quien habría hecho amistad en el Senado. 

Para empeorar las cosas, en otro par de ocasiones, la ex panista comentó que en realidad quien le había ayudado a conseguir la candidatura fue Lupe. Pronto se lo cobraron. Al momento de comenzar a desplegarse los vastos recursos del gallardismo para las campañas, hubo mano generosa para doña Ruth, desde luego, para Hernández Villafuerte, para doña Leo, para Juan Manuel Navarro, candidato a alcalde de Soledad; para Nachito Segura y hasta para perico de los palotes, pero para doña Sonia, nada.

Andaban así las cosas cuando, ante la impostergable necesidad de remover al general Guzmar, se planteó el siguiente esquema: Ruiz Contreras a la Secretaría de Seguridad y Manuelita de la presidencia del Supremo Tribunal a la Fiscalía. Hasta ahí había cierta lógica. Pero alguien de su entorno más cercano, le fue a prender las alarmas al gobernador, diciéndole que lo de Manuelita había sido una idea de Lupe, pero porque quería acomodar a su hermana en la presidencia del STJE, y que como la llegada de Manuelita convenía dejarla para fines de octubre a fin de no entrar en discusiones sobre si debía cubrir primero los meses del período inconcluso de siete años que inició en 2017 Federico Garza, ese lapso lo cubriría como titular de la FGE la vicefiscal jurídica, que casualmente es la esposa de Lupe.

Como además es sabido que hace tiempo el diputado Chiquis Fernández come en la mano de Uñas Largas, alguien le advirtió a Gallardo Cardona que estaba a punto de quedarse sin secretario general de Gobierno. ¿Por qué? habría preguntado. Porque se está convirtiendo en vicegobernador, le contestaron. Eso hizo trastabillar el tema de los reacomodos en el gabinete. 

En estos terrenos, es interesante la manera tan poco comedida como el mandatario negó que esté pensando en incluir a Ruiz Contreras en la terna que debe enviar al Congreso, luego de que éste se autoincluyó. Igual y se queda como el perro de las dos tortas.  

¡Hasta el próximo jueves!