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Trabajadores de “Uber Eats” se quejaron de que esta empresa dedicada al reparto de comida solo otorga seguro a conductores de automóviles y motociclistas, pero no a los ciclistas que son, por mucho, los que corren mayores riesgos.
Añadieron que quienes administran la aplicación, los presionan a que salgan a repartir cuando hay lluvia y ni siquiera les proporcionan impermeables.
Desde su llegada a San Luis Potosí el 8 de marzo de este año, a la “app” de Uber para pedir comida a domicilio se han afiliado cientos de personas que requerían de un empleo sin las ataduras tradicionales.
Muchos de ellos son jóvenes que se reúnen en diversas plazas de la ciudad para apoyarse e intercambiar experiencias.
A bordo de sus bicicletas realizan un promedio de 10 viajes al día entre el tráfico caótico de la capital, los baches omnipresentes y la incomprensión de los agentes de vialidad, que los multan a la menor provocación a pesar de que se trata de chavos sin un ingreso seguro.
Añadieron que quienes administran la aplicación, los presionan a que salgan a repartir cuando hay lluvia y ni siquiera les proporcionan impermeables.
Desde su llegada a San Luis Potosí el 8 de marzo de este año, a la “app” de Uber para pedir comida a domicilio se han afiliado cientos de personas que requerían de un empleo sin las ataduras tradicionales.
Muchos de ellos son jóvenes que se reúnen en diversas plazas de la ciudad para apoyarse e intercambiar experiencias.
A bordo de sus bicicletas realizan un promedio de 10 viajes al día entre el tráfico caótico de la capital, los baches omnipresentes y la incomprensión de los agentes de vialidad, que los multan a la menor provocación a pesar de que se trata de chavos sin un ingreso seguro.
