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Francia acogerá a 60 inmigrantes de los 255 rescatados en el Mar Mediterráneo en los últimos días por buques humanitarios, anunció hoy la presidencia francesa.
La mayoría de los migrantes, 141, proceden del buque Aquarius, gestionado por organizaciones no gubernamentales francesas, y que desde el viernes pasado buscaba autorización para atracar en un puerto europeo.
Otros cuatro países, España, Portugal, Alemania y Luxemburgo, acogerán al resto de los inmigrantes, precisó el Palacio del Elíseo en un comunicado.
Estos países “se pusieron de acuerdo para encontrar conjuntamente una solución para esos exiliados”, indicó.
El acuerdo para el reparto fue alcanzado por Francia y Malta, isla que aceptó que el buque Aquarius atracara en uno de sus puertos, desde el que los refugiados serán desviados a sus países de acogida.
El caso del Aquarius había suscitado una viva polémica en los últimos días en el seno de la Unión Europea.
Varios puertos de Francia y España se habían ofrecido para recibir a los inmigrantes del buque, pero precisaban la autorización de los gobiernos centrales de ambos países.
El barco se encontraba al sur de Italia y en un área marítima cercana a Malta, pero los dos países habían rechazado acoger a los inmigrantes en sus puertos.
En julio pasado, el gobierno español autorizó al barco humanitario atracar en el puerto de Valencia, en el este de España, con más de 600 inmigrantes a bordo.
La mayoría de los migrantes, 141, proceden del buque Aquarius, gestionado por organizaciones no gubernamentales francesas, y que desde el viernes pasado buscaba autorización para atracar en un puerto europeo.
Otros cuatro países, España, Portugal, Alemania y Luxemburgo, acogerán al resto de los inmigrantes, precisó el Palacio del Elíseo en un comunicado.
Estos países “se pusieron de acuerdo para encontrar conjuntamente una solución para esos exiliados”, indicó.
El acuerdo para el reparto fue alcanzado por Francia y Malta, isla que aceptó que el buque Aquarius atracara en uno de sus puertos, desde el que los refugiados serán desviados a sus países de acogida.
El caso del Aquarius había suscitado una viva polémica en los últimos días en el seno de la Unión Europea.
Varios puertos de Francia y España se habían ofrecido para recibir a los inmigrantes del buque, pero precisaban la autorización de los gobiernos centrales de ambos países.
El barco se encontraba al sur de Italia y en un área marítima cercana a Malta, pero los dos países habían rechazado acoger a los inmigrantes en sus puertos.
En julio pasado, el gobierno español autorizó al barco humanitario atracar en el puerto de Valencia, en el este de España, con más de 600 inmigrantes a bordo.
