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Foto: Archivo
"No creemos" que la bendición de un cura en la oficina de un diputado local haya lesionado el Estado laico, sentenció Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
En días anteriores, Pedro César Carrizales Becerra, congresista del Partido del Trabajo (PT) solicitó a Rubén Pérez Ortiz, párroco de Tequisquiapan, bendecir su centro de trabajo, quien accedió y bendijo el lugar.
Priego Rivera argumentó que no se violentó ninguna norma, porque su colega se presentó a petición del legislador, bendijo un espacio privado de una sola persona y no de todo el Congreso del Estado, y sobre todo no celebró ningún rito eucarístico.
Aseveró que la intención de Pérez Ortiz jamás fue de injerencia o intromisión en temas ajenos al ámbito religioso, sino que solo roció el lugar con agua bendita a petición de Carrizales Becerra.
“Creemos que no hubo mala fe de parte del padre. Simplemente se le invitó y él lo hizo. Ya lo demás es parte de una polémica que por supuesto que se iba a generar ¿No?”, opinó.
Rememoró que ha habido casos donde chamanes u otras personas acuden a oficinas gubernamentales para llevar a cabo algún ritual, por lo cual, “no creemos que haya habido mala voluntad. Ni creemos que sea una polémica que merezca la pena suscitarse”.
"No creemos" que la bendición de un cura en la oficina de un diputado local haya lesionado el Estado laico, sentenció Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
En días anteriores, Pedro César Carrizales Becerra, congresista del Partido del Trabajo (PT) solicitó a Rubén Pérez Ortiz, párroco de Tequisquiapan, bendecir su centro de trabajo, quien accedió y bendijo el lugar.
Priego Rivera argumentó que no se violentó ninguna norma, porque su colega se presentó a petición del legislador, bendijo un espacio privado de una sola persona y no de todo el Congreso del Estado, y sobre todo no celebró ningún rito eucarístico.
Aseveró que la intención de Pérez Ortiz jamás fue de injerencia o intromisión en temas ajenos al ámbito religioso, sino que solo roció el lugar con agua bendita a petición de Carrizales Becerra.
“Creemos que no hubo mala fe de parte del padre. Simplemente se le invitó y él lo hizo. Ya lo demás es parte de una polémica que por supuesto que se iba a generar ¿No?”, opinó.
Rememoró que ha habido casos donde chamanes u otras personas acuden a oficinas gubernamentales para llevar a cabo algún ritual, por lo cual, “no creemos que haya habido mala voluntad. Ni creemos que sea una polémica que merezca la pena suscitarse”.
