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Las autoridades colombianas capturaron a cinco personas responsables de enviar heroína a Estados Unidos, “aprovechaban el descuido de los turistas en los hoteles para contaminar con la droga sus maletas”.
La dirección de la Policía Antinarcóticos en un trabajo coordinado con la Fiscalía General “logró armar el rompecabezas de una organización dedicada al tráfico de cocaína, heroína y sustancias psicoactivas con destino a Estados Unidos”.
Las alertas se dieron después que los agentes antinarcóticos en seis casos incautó “cinco mil 500 gramos de heroína en capsulas, dos mil gramos de clorhidrato de cocaína y mil 170 gramos de 2CB”, explicó la Policía Antinarcoticos.
Labores de inteligencia condujeron a los investigadores de la Dirección de Antinarcóticos “hasta la ciudad de Medellín, en donde una persona dedicada al oficio de peluquería de manera informal en algunos barrios periféricos de la ciudad, se dedicaba a transportar la sustancia opiácea en estuches de cosméticos hasta una residencia en el sector de Envigado”.
La droga llegaba oculta en “vehículos de transporte público y escondida en las cavidades de la carrocería para no ser detectada por las autoridades en el trayecto, el seguimiento a las rutas de los vehículos permitió identificar otro eslabón en la cadena criminal de esta organización, en la capital de Nariño (Pasto)”.
Los investigadores infiltraron a un integrante de la Policía Nacional para “conocer una página en internet que invitaba turistas con cierto grado de adicción en el consumo, identificando que a través de tour por la ciudad pudieran acceder a los alucinógenos”.
Este “servicio de turismo era administrado por ‘El calvo’ de 55 años de edad residente en un sector exclusivo de Envigado, la diligencia de allanamiento permitió encontrar en su apartamento un laboratorio con grameras, pipetas y tubos de ensayo para manufacturar la droga que vendía a sus clientes”.
Los movimientos “de este individuo casi rutinarios lo llevaban hasta el terminal y el aeropuerto en donde recibía a los turistas para enviarlos hasta su residencia” y después de tener la confianza otro integrante de la organización hacía “caletas pequeñas dentro de las prendas de vestir de los turistas, especialmente los zapatos, para ocultar cantidades que no superaran los 200 gramos de heroína”.
Cuando los viajeros “terminaban su gira, regresaban a su país de origen desconociendo que sus pertenencias estaban contaminadas con la sustancia opiácea, “de la recuperación de la droga en el país del norte, se encargaban otras personas quienes intimidaban a estos incautos ciudadanos para entregar sus pertenencias”.
“Los investigadores adelantaron un proceso meticuloso que los condujo a la desarticulación de la organización narcotraficante. Continuaremos dando contundentes golpes a las estructuras del narcotráfico para evitar que niños, niñas y adolescentes caigan en el mundo de las drogas”, enfatizó el director de la Policía de Antinarcóticos Fabián Laurence Cárdenas.
La dirección de la Policía Antinarcóticos en un trabajo coordinado con la Fiscalía General “logró armar el rompecabezas de una organización dedicada al tráfico de cocaína, heroína y sustancias psicoactivas con destino a Estados Unidos”.
Las alertas se dieron después que los agentes antinarcóticos en seis casos incautó “cinco mil 500 gramos de heroína en capsulas, dos mil gramos de clorhidrato de cocaína y mil 170 gramos de 2CB”, explicó la Policía Antinarcoticos.
Labores de inteligencia condujeron a los investigadores de la Dirección de Antinarcóticos “hasta la ciudad de Medellín, en donde una persona dedicada al oficio de peluquería de manera informal en algunos barrios periféricos de la ciudad, se dedicaba a transportar la sustancia opiácea en estuches de cosméticos hasta una residencia en el sector de Envigado”.
La droga llegaba oculta en “vehículos de transporte público y escondida en las cavidades de la carrocería para no ser detectada por las autoridades en el trayecto, el seguimiento a las rutas de los vehículos permitió identificar otro eslabón en la cadena criminal de esta organización, en la capital de Nariño (Pasto)”.
Los investigadores infiltraron a un integrante de la Policía Nacional para “conocer una página en internet que invitaba turistas con cierto grado de adicción en el consumo, identificando que a través de tour por la ciudad pudieran acceder a los alucinógenos”.
Este “servicio de turismo era administrado por ‘El calvo’ de 55 años de edad residente en un sector exclusivo de Envigado, la diligencia de allanamiento permitió encontrar en su apartamento un laboratorio con grameras, pipetas y tubos de ensayo para manufacturar la droga que vendía a sus clientes”.
Los movimientos “de este individuo casi rutinarios lo llevaban hasta el terminal y el aeropuerto en donde recibía a los turistas para enviarlos hasta su residencia” y después de tener la confianza otro integrante de la organización hacía “caletas pequeñas dentro de las prendas de vestir de los turistas, especialmente los zapatos, para ocultar cantidades que no superaran los 200 gramos de heroína”.
Cuando los viajeros “terminaban su gira, regresaban a su país de origen desconociendo que sus pertenencias estaban contaminadas con la sustancia opiácea, “de la recuperación de la droga en el país del norte, se encargaban otras personas quienes intimidaban a estos incautos ciudadanos para entregar sus pertenencias”.
“Los investigadores adelantaron un proceso meticuloso que los condujo a la desarticulación de la organización narcotraficante. Continuaremos dando contundentes golpes a las estructuras del narcotráfico para evitar que niños, niñas y adolescentes caigan en el mundo de las drogas”, enfatizó el director de la Policía de Antinarcóticos Fabián Laurence Cárdenas.
