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El abogado de Salah Abdeslam, único superviviente entre los autores de los atentados de noviembre de 2015 en París, Francia, y juzgado actualmente en Bruselas por un tiroteo con la policía belga cuatro meses después, rechazó hoy el carácter terrorista atribuido a la balacera por la Fiscalía Federal.
“No existe ningún elemento que les permita condenar a Abdeslam por infracción terrorista” en el caso juzgado en Bruselas, sostuvo Sven Mary, quien mantuvo la defensa del franco-marroquí pese su rechazo a comparecer ante la corte.
En esa segunda audiencia del juicio iniciado el lunes, el letrado pidió al tribunal abstraerse de “la locura mediática” y juzgar a Abdeslam “como juzgarían a cualquiera”.
El yihadista y su cómplice, el tunecino Sofian Ayari, se enfrentan a la pena máxima de 20 años de prisión por “tentativa de asesinato contra policías en un contexto terrorista”.
Mary sostuvo que Abdeslam jamás buscó la confrontación con las fuerzas del orden, ni en los ataques en la capital gala, ni durante tiroteo en Bruselas o durante su detención, tres días más tarde, en el piso de un amigo en el barrio de Molenbeek, donde creció.
El abogado recordó una declaración de Oussama Krayem, otro miembro del grupo terrorista, que participó de la preparación de los atentados de Bruselas.
Krayem afirmó en sus interrogatorios que Abdeslam “jamás habría pensado en tirar contra la policía, aunque tuviera un arma”.
Los agentes que intervinieron en el piso usado como escondite por los terroristas, desatando la respuesta armada, no relataron la presencia del acusado en el local, pese que su rostro era “mundialmente conocido”, señaló Mary.
Asimismo, el ADN de su cliente no estaba en las armas halladas en el escenario de la balacera, al contrario del de Ayari y del tercer miembro del comando presente en el piso, el argelino Mohamed Belkaid, abatido en la ocasión.
“No hay ningún elemento científico que muestre que Salah Abdeslam manipuló esas armas”, afirmó.
Mary también pidió la nulidad del juicio alegando un fallo de procedimiento porque el juez encargado de la instrucción redactó el documento en francés y no en flamenco, una particularidad del sistema de Bélgica, donde coexisten tres idiomas oficiales.
Para la fiscal Kathleen Grosjean, no cabe duda de que el grupo estaba preparando nuevos atentados tras los ataques a París, visando particularmente el aeropuerto de Schiphol, en Amsterdam.
Si Abdeslam huyó del piso durante la balacera de aquel 15 de marzo fue porque tenía otros proyectos en vista, argumentó.
El juicio se reanudará el 29 de marzo, con la audiencia de víctimas de los atentados de Bruselas, del 22 de marzo de 2016, en los que 32 personas perdieron la vida y más de 300 resultaron heridas.
Las autoridades belgas acreditan que el descubrimiento del piso donde se escondían Abdeslam y Ayari condujo a la prisión de ambos tres días más tarde y precipitó los atentados de Bruselas, cometidos por miembros de su mismo grupo.
“No existe ningún elemento que les permita condenar a Abdeslam por infracción terrorista” en el caso juzgado en Bruselas, sostuvo Sven Mary, quien mantuvo la defensa del franco-marroquí pese su rechazo a comparecer ante la corte.
En esa segunda audiencia del juicio iniciado el lunes, el letrado pidió al tribunal abstraerse de “la locura mediática” y juzgar a Abdeslam “como juzgarían a cualquiera”.
El yihadista y su cómplice, el tunecino Sofian Ayari, se enfrentan a la pena máxima de 20 años de prisión por “tentativa de asesinato contra policías en un contexto terrorista”.
Mary sostuvo que Abdeslam jamás buscó la confrontación con las fuerzas del orden, ni en los ataques en la capital gala, ni durante tiroteo en Bruselas o durante su detención, tres días más tarde, en el piso de un amigo en el barrio de Molenbeek, donde creció.
El abogado recordó una declaración de Oussama Krayem, otro miembro del grupo terrorista, que participó de la preparación de los atentados de Bruselas.
Krayem afirmó en sus interrogatorios que Abdeslam “jamás habría pensado en tirar contra la policía, aunque tuviera un arma”.
Los agentes que intervinieron en el piso usado como escondite por los terroristas, desatando la respuesta armada, no relataron la presencia del acusado en el local, pese que su rostro era “mundialmente conocido”, señaló Mary.
Asimismo, el ADN de su cliente no estaba en las armas halladas en el escenario de la balacera, al contrario del de Ayari y del tercer miembro del comando presente en el piso, el argelino Mohamed Belkaid, abatido en la ocasión.
“No hay ningún elemento científico que muestre que Salah Abdeslam manipuló esas armas”, afirmó.
Mary también pidió la nulidad del juicio alegando un fallo de procedimiento porque el juez encargado de la instrucción redactó el documento en francés y no en flamenco, una particularidad del sistema de Bélgica, donde coexisten tres idiomas oficiales.
Para la fiscal Kathleen Grosjean, no cabe duda de que el grupo estaba preparando nuevos atentados tras los ataques a París, visando particularmente el aeropuerto de Schiphol, en Amsterdam.
Si Abdeslam huyó del piso durante la balacera de aquel 15 de marzo fue porque tenía otros proyectos en vista, argumentó.
El juicio se reanudará el 29 de marzo, con la audiencia de víctimas de los atentados de Bruselas, del 22 de marzo de 2016, en los que 32 personas perdieron la vida y más de 300 resultaron heridas.
Las autoridades belgas acreditan que el descubrimiento del piso donde se escondían Abdeslam y Ayari condujo a la prisión de ambos tres días más tarde y precipitó los atentados de Bruselas, cometidos por miembros de su mismo grupo.
