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El activista de ultraderecha español Carlos García Juliá, condenado a 193 años de cárcel por el asesinato de tres abogados de un sindicato en Madrid en 1977, fue detenido hoy en Sao Paulo por autoridades brasileñas, reportó la prensa local.
García Juliá, quien se creía estaba en Bolivia, fue condenado por participar en el asesinato de tres abogados laborales del sindicato Comisiones Obreras en Madrid, un ataque en el que cuatro personas resultaron heridas.
El activista recibió sentencia por el crimen en España, pero tras 14 años logró la libertad condicional y una autorización para viajar a Paraguay, donde supuestamente entraría a trabajar a una empresa mercantil.
Un año después, en 1993, otro juez español revocó la autorización, pero Garciá Juliá nunca volvió a España. El hombre llegó a ser arrestado y encarcelado en Bolivia por tráfico de droga.
Interpol había pedido su orden de búsqueda y captura, y España había solicitado en 2017 de nuevo su extradición desde Bolivia, donde se creía que estaba García Juliá, considerado por el tribunal que lo condenó como un “activista” de ultraderecha contrario al retorno al sistema democrático tras la dictadura franquista.
Consultada por Notimex, la Policía Federal brasileña declinó pronunciarse sobre la operación de captura de García Juliá, pero reportes de la prensa brasileña indican que fuerzas de seguridad españolas habrían participado en su arresto en Sao Paulo.
García Juliá, quien se creía estaba en Bolivia, fue condenado por participar en el asesinato de tres abogados laborales del sindicato Comisiones Obreras en Madrid, un ataque en el que cuatro personas resultaron heridas.
El activista recibió sentencia por el crimen en España, pero tras 14 años logró la libertad condicional y una autorización para viajar a Paraguay, donde supuestamente entraría a trabajar a una empresa mercantil.
Un año después, en 1993, otro juez español revocó la autorización, pero Garciá Juliá nunca volvió a España. El hombre llegó a ser arrestado y encarcelado en Bolivia por tráfico de droga.
Interpol había pedido su orden de búsqueda y captura, y España había solicitado en 2017 de nuevo su extradición desde Bolivia, donde se creía que estaba García Juliá, considerado por el tribunal que lo condenó como un “activista” de ultraderecha contrario al retorno al sistema democrático tras la dictadura franquista.
Consultada por Notimex, la Policía Federal brasileña declinó pronunciarse sobre la operación de captura de García Juliá, pero reportes de la prensa brasileña indican que fuerzas de seguridad españolas habrían participado en su arresto en Sao Paulo.
