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SAO PAULO (AP) — El nuevo presidente de Brasil está haciendo todo, menos lo imposible, para que no se identifiquen y delimiten las tierras de las tribus indígenas.
El presidente Jair Bolsonaro emitió una orden ejecutiva el día de su juramentación para transferir esas responsabilidades al Ministerio de Agricultura de Brasil. La nueva ministra de Agricultura, Tereza Cristina, es parte del comité de la industria agraria en la cámara baja de Brasil y opositora de las peticiones de las tribus nativas.
Bolsonaro, un excapitán del ejército y congresista de la extrema derecha desde hace mucho tiempo, dijo durante su campaña presidencial que dejaría de dar lo que él llama concesiones a los brasileños nativos.
Su orden también afecta las tierras de los quilombolas, como se les conoce a los descendientes de los antiguos esclavos.
"Menos de un millón de personas viven en esos lugares aislados del verdadero Brasil", tuiteó el miércoles Bolsonaro. "Son explorados y manipulados por organizaciones no lucrativas. Juntos integraremos a esos ciudadanos y les daremos valor a todos los brasileños".
Cristina no mencionó a las tribus indígenas durante su primer discurso en el puesto del miércoles, que utilizó para criticar a quienes en su opinión consideran al país latinoamericano "un transgresor que debe ser incriminado" cuando se trata del cambio climático.
"Vienen acusaciones infundadas de todas las partes, incluidas organizaciones internacionales", dijo Cristina, una de las dos mujeres en el gabinete de 22 miembros de Bolsonaro.
El Ministerio de Justicia había demarcado previamente las tierras de las tribus a través de la agencia FUNAI, que también supervisa otras iniciativas en apoyo a las comunidades indígenas, como atención médica, vivienda y preservación del lenguaje. La orden de Bolsonaro genera interrogantes sobre la FUNAI, al pasarla a un nuevo ministerio para familias, mujeres y derechos humanos que es encabezado por un pastor evangélico ultraconservador.
La líder indígena Sonia Guajajara dijo que la orden presidencial tiene el objetivo de eliminar las protecciones para las comunidades indígenas de Brasil.
"¿Alguien todavía cuestiona su promesa de campaña de excluirnos?", preguntó en Twitter.
El nuevo presidente dijo el año pasado que quería anular las decisiones de demarcación hechas por gobiernos previos, pero los expertos legales dicen que los fallos del Tribunal Supremo de Brasil podrían impedir dicha medida.
Bolsonaro, admirador del presidente de Estados Unidos Donald Trump, se reunió con el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo el miércoles.
Pompeo le dijo que Trump está "muy satisfecho con la relación que nuestros dos países están al precipicio de comenzar a desarrollar".
"Él también confía en que (la relación entre Estados Unidos y Brasil) se beneficiará del mundo y la serie de valores compartidos que creemos que podemos avanzar juntos", dijo Pompeo antes de dejar Brasilia rumbo a Colombia.
