Miles de desplazados quedaron a su suerte

Los desplazados de Chiapas pasan hambre y sin un lugar donde refugiarse y dormir

Miles de desplazados quedaron a su suerte

A-AA+




San Cristóbal de Las Casas.- Luego de tres de meses de vivir en chozas improvisadas fabricadas con madera, plástico y lámina que fueron destruidas por autoridades locales, más 2.000 desplazados quedaron a su suerte en el municipio de Chalchihuitán, Chiapas.

El desalojo de los campamentos de desplazados, quienes huyeron de sus comunidades por la violencia en la región, ocurrió en los últimos días de diciembre por órdenes de las autoridades municipales.

Durante un recorrido por la zona, Efe constató que los cinco campamentos fueron destruidos y ahora los cafetales, las veredas y el clima extremo de las montañas son el refugio de estas personas.

Representantes comunitarios señalaron que a finales de diciembre se inició el desmantelamiento por órdenes del síndico municipal Hermelindo García Núñez, quien ordenó a agentes rurales destruir los refugios. En los últimos días los agentes han amenazado a los desplazados con encarcelados si los ven organizándose nuevamente.

Los desplazados han quedado a su suerte, pasando hambre y sin un lugar donde refugiarse y dormir. Niños, mujeres y ancianos no tienen dónde resguardarse y solo les queda soportar el frío de las montañas de Chiapas, que registran temperaturas bajo cero.

Las personas aseguran que el desmantelamiento de los refugios se concretó para que las autoridades “simulen” que no está ocurriendo nada en la región y que ya no existen personas desplazadas.

Las mujeres junto con niños y ancianos son acechados por grupos de personas armadas, al parecer paramilitares, que se ubican en los límites entre el municipio de Aldama y Chenalhó, quienes “día y noche y a cualquier hora disparan sobre nuestras casas y toda la gente está sufriendo”.