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Cuenta la leyenda que en 1975, María Félix entró a la boutique de Cartier en la Rue de la Paix en París con un inusual pedido. La Diva traía consigo un cocodrilo bebé, y quería que los joyeros replicaran al animal en un accesorio.
De esta extraña colaboración surgió una de las piezas más memorables de la colección Cartier. El collar de cocodrilos a la medida se componía de dos reptiles entrelazados y también podía convertirse en un broche.
Uno de los cocodrilos está hecho de oro de 18 quilates, con más de mil diamantes incrustados. El otro fue moldeado en oro blanco de 18 quilates, adornado con más de mil esmeraldas.
Los ojos de los reptiles fueron creados con rubíes y esmeraldas, lo que resultó en un diseño lujoso y único.
El collar fue uno de los accesorios favoritos de María Félix, pero actualmente se exhibe en la colección de joyas históricas de Cartier. Por ello, la marca ha decidido lanzar una colección inspirada en la famosa actriz mexicana, en la que cada objeto tiene referencias a los cocodrilos.
Entre la colección de lujo podemos encontrar aretes, un brazalete e incluso un collar que emula el diseño original creado para la actriz.
Crear este duplicado del collar original les tomó a los artesanos de Cartier ¡1,875! horas de trabajo. El resultado es simplemente impresionante.