RESEÑA | Jugaremos en el Bosque: La Nueva Ola del Terror Mexicano

El terror, como género cinematográfico, ha encontrado un espacio importante en la pantalla grande para explorar las profundidades de la psique humana y transmitir mensajes significativos a través de sus narrativas. "Jugaremos en el bosque" ha emergido como un ejemplo destacado de la nueva ola del terror mexicano, en donde su deseo es cautivar al público, sin perder de vista la rica tradición del cine de terror en México.

La trama de la película se desenvuelve en un contexto marcado por el duelo y la angustia, ofreciendo una historia que desafía los límites entre lo real y lo sobrenatural.

El hilo conductor de la trama nos sumerge en el tormentoso proceso de duelo de los protagonistas, cuya lucha por superar una pérdida se ve obstaculizada por la presencia inquietante de un ente paranormal. Esta entidad, más que una mera fuerza sobrenatural, es concebida como una analogía de los demonios internos que atormentan a los protagonistas, impidiéndoles encontrar la ansiada paz interior.

Para Guillermo Granillo, director de "Jugaremos en el bosque", esta película representa una oportunidad única para explorar una faceta distinta de su vasta experiencia en el cine, comprometiéndose aún más con la narrativa del lenguaje cinematográfico y no solo como mero constructor de imágenes.

"Como fotógrafos, nuestra labor consiste en ayudar a construir las imágenes con un lenguaje visual muy formal y siempre bajo las órdenes de alguien más, lo que a menudo nos deja con la inquietud de aportar algo más que eso a partir de nuestra experiencia, como es resolver la narrativa de los proyectos de una manera diferente", comentó el director de fotografia.