Cómo proteger tu WiFi de intrusos

Cómo proteger tu WiFi de intrusos

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Sin duda alguna, Internet y las nuevas tecnologías representan a un tipo de fenómeno que ha transformado notablemente al conjunto de la sociedad en múltiples aspectos. Gracias a Internet, hoy en día la sociedad está mucho más informada y conectada que en antaño, y además puede llevar a cabo una gran cantidad de trámites sin tener que salir de casa.

Algo inimaginable hace 20 o 30 años, pero que actualmente se ha convertido en una auténtica realidad de la que cada vez se benefician más personas. Al realizar este tipo de compras, trámites administrativos o simplemente al registrar datos personales en la red hay que tener especial cuidado, ya que por desgracia existen intrusos y ladrones cibernéticos que intentan robar datos de terceros.

Una práctica que es bastante común en la vida real, y que en los últimos años ha encontrado sitio en la gran red de redes. Todo el mundo está expuesto a sufrir ataques cibernéticos, por lo que resulta vital tomar una serie de precauciones y medidas a la hora de proteger la red WiFi que se tenga instalada en el domicilio.

Acciones como configurar correctamente el equipo (antivirus, cortafuegos, etcétera) o proteger la seguridad de la red WiFi son clave en este sentido, aunque en muchas ocasiones el problema aparece porque no se modifica la password de tu modem o router. Es decir, muchos usuarios siguen utilizando la contraseña primaria que venía predeterminada en el propio modem, lo que provoca que los piratas informáticos tengan mucho más fácil el acceso a la red inalámbrica del usuario.

¿Cuándo hay que sospechar de la presencia de intrusos en la red WiFi?

Por lo general, los intrusos suelen estudiar con detenimiento el tipo de red al que quieren conectarse para robar datos personales o simplemente para hacer uso y disfrute de la propia conexión inalámbrica. Por ello, existen varios casos ante los que conviene prestar especial atención para poder detectar la presencia de estos usuarios no deseados.

Por ejemplo, en muchas ocasiones las personas se encuentran con situaciones en las que la red inalámbrica WiFi funciona de forma muy lenta. Es decir, las páginas web tardan mucho en cargar, no se terminan de llevar a cabo las descargas o se producen los famosos ‘lagazos’ en videojuegos y películas online. Problemas ante los que el usuario debe permanecer en clara alerta, ya que pueden estar siendo provocados por la intromisión de un intruso en la red.

También hay otros casos ante los que es importante mantener la atención, y que tienen que ver con la recepción de mensajes y notificaciones extrañas por email (de páginas o sitios web que desconocemos, y que aparentemente pueden ser fraudulentos); y con la pérdida de conexión constante sin causa aparente.

Este último caso es realmente importante, puesto que muchos usuarios se quejan de la pérdida de conexión WiFi a la compañía telefónica contratada, y en algunos casos la compañía no tiene nada que ver, ya que se trata de un claro caso de robo de conexión inalámbrica por parte de terceros.

¿Cómo proteger de manera correcta la conexión inalámbrica Wi-Fi?

Antes de establecer las medidas de seguridad a seguir, es importante tomarse algún tiempo en realizar un método de chequeo que permita diagnosticar que dispositivos están conectados a la red inalámbrica WiFi.

Para ello, el usuario tiene que acceder al panel de configuración del router introduciendo la dirección IP en el navegador (por lo general suele ser http://192.168.0.1). Tras este paso, saltará un mensaje de acceso en el que se requerirá el nombre de usuario y la contraseña de la red WiFi. Una vez introducidos estos datos, tan solo hay que dirigirse al apartado “Dispositivos conectados” para comprobar la dirección IP de cada dispositivo que hay conectado a la red en ese preciso momento.

Si se realiza este proceso y siguen apareciendo problemas de conexión en la red, es importante tomar otras medidas de seguridad de mayor calado como usar el método de seguridad en la red WPA2, cambiar el identificador de red (SSID), desactivar la opción WPS (Wi-Fi Protected Setup), desactivar DHCP y establecer una o varias direcciones IP manualmente, activar el firewall de Windows o cambiar la contraseña predeterminada.