Conciencia holística

Conciencia holística

A-AA+

El darnos cuenta que toda situación por buena o mala que parezca según nuestro juicio,   es el resultado de una serie de causas y condiciones que se han cristalizado en un tiempo y estado específico. Por ello, el principio de causalidad tanto en la enfermedad como en la salud nos permite observar analizar y elegir qué tipo de condiciones cooperativas queremos colocar hacia alguno de esos dos resultados. 

        Más allá de conceptos complicados, esta conciencia es el pleno despertar a que cualquier pensamiento, palabra y acción tienen un peso determinado en nuestra propia vida y en la de los demás. Para empezar, la manera en que pensamos determina nuestras palabras y acciones. Quien piensa que todo está mal, que no hay personas en quien confiar y todo está sumido en desesperanza y miedo, sus palabras denotarás inseguridad, negatividad y una falta de vitalidad derivada de cómo piensa. Asimismo, sus acciones estarán cargadas de pesimismo, con tendencia a caer en prácticas nocivas ya que no concibe alguna razón para sentirse bien y en paz ante el peso de sus pensamientos. 

        En cambio, quien esté consciente que los problemas le están llamando para superar actitudes negativas, que cada situación deriva de acciones previas y por lo tanto no hay culpables sino co-responsables, empieza a despertar a pensamientos integradores. Esta integración de pensamiento se expresa en palabras integradoras y compasivas ya que se da cuenta que todo es parte de un arreglo armónico de causas y condiciones y por lo tanto decide ser un factor de cambio positivo para un bien propio y de los demás. Como consecuencia, sus acciones estarán acorde a estos pensamientos y crearán nuevas condiciones para que se pueda ir construyendo una sociedad más despierta y alcanzar una conciencia holística colectiva.

        Reflexionamos, el primer paso para construir felicidad en lugar de continuar sufriendo no es esperar que las condiciones cambien, sino empezar a pensar y percibir diferente. No es posible tener resultados diferentes si no cambiamos y hacemos algo diferente. Por lo tanto, hagamos ‘algo diferente’ en nuestra vida que esté cargado de intenciones compasivas y veremos que esta nueva programación se expresará en palabras y acciones que construirán la senda hacia la felicidad plena.