Frida Kahlo, mujer llena de luz y de alegría

A 112 años de su natalicio; alumnos de la artista plástica narran sus experiencias

Frida Kahlo, mujer llena de luz y de alegría

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Ciudad de México.- A 112 años del natalicio de Frida Kahlo (6 de julio 1907) Guillermo Monroy, uno de sus dos alumnos sobrevivientes del grupo Los Fridos, narra algunos de los instantes más emotivos que vivió con la artista plástica, considerada entre las más importantes a nivel internacional.

“El primer día que acudió a dar clases, comentó a los alumnos que ella no era maestra, que todos aprenderían de todos, observado y criticando su trabajo, por lo que los invitaba a ir a museos, exposiciones, zonas arqueológicas, con el fin de que prestáramos atención al trabajo de grandes artistas y de esa forma aprendieran a pintar” comenta en entrevista.

Guillermo, pintor, grabador, fotógrafo y artesano, recuerda a Frida Kahlo como una mujer llena de luz, de alegría y de muchos colores. La experiencia de haber trabajado marcó su vida, no solo en el ámbito artístico, ya que ella fue siempre un buen ejemplo como compañera, mujer, luchadora social, y sobre todo por su forma de pintar: con amor y libertad.

PINTAR CON LIBERTAD 

“Aprendan a pintar con libertad, sin tener miedo de lo que uno quiere decir, y no se olviden de la lucha social en favor de los campesinos, obreros y estudiantes pobres”, recuerda su alumno.

DISCÍPULOS

Del grupo Los Fridos, discípulos de Kahlo, conformado por: Fany Ravinovich, Arturo García Bustos, Tomás Cabrera, Guillermo Monroy y Erasmo Vázquez, junto con los alumnos Ramón Victoria, Lidia Briones y María de los Ángeles Ramos, sobreviven Arturo Estrada y Guillermo, quien explica que el legado que dejó su maestra tiene valor internacional, el cual destaca por su originalidad, su sinceridad, su naturalidad, pero más aún, por un gran sentido de amor por México.

“La forma en que Kahlo trataba de mostrar que la cultura de México es hermosa era a través de monografías, cuando visiten otro país se van a dar cuenta del gran valor de México, nos decía”.

Este sentimiento se traducía de diferentes formas, relata Monroy, quien recuerda una vez que salieron a comer y una vendedora de rebozos se acercó, “Frida inmediatamente compró sin regatear, porque decía que el arte, sea lo que sea, siempre será grande, maravilloso; el trabajo de los artesanos lo hacen con mucho amor y sabe a México”. 

EXPOSICIÓN

Como muestra de este trabajo, en la calle, Los Fridos organizaron la primera exposición al aire libre en el kiosco de Coyoacán, después en otras plazas, jardines del arte; pintaban al aire libre, para transmitir el arte de la pintura y hablar por los campesinos, choferes y otros a los que no se les daba voz, objetivo con el que coincide el plan de trabajo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, de hacer visibles a los invisibles, para no dejar a nadie atrás y diversificar los espacios a donde llega la cultura.

HISTORIA

La autora de obras como Autorretrato en un vestido de terciopelo, Las dos Fridas, Ciervo Herido, entre muchas otras, se incorporó a la docencia en el año de 1942, en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura, conocida como La Esmeralda. Siempre mostró entusiasmo para trabajar, pese a los problemas de salud que enfrentó en su vida, comenta el también artista.

Su alegría siempre estuvo presente, mientras daba clases a Los Fridos, les regalaba dulces, con el fin de que se endulzaran la vida y pintaran con alegría.

65 AÑOS DE SU PARTIDA

Monroy reconoce que a unos días de que se conmemore el 55 aniversario del fallecimiento de Kahlo (13 de julio de 1954), su maestra es más conocida que nunca, no obstante, no se profundiza en su trabajo, pero el amor y estima que hay entre los mexicanos por la pintora se mantiene, y pronto su obra, con los valores que plasmó, volverá a tener el impacto que merece.