Las Carpas de Hiroshima

Las Carpas de Hiroshima

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Querido amigo,

       No podía perdonarme el no asistir a un juego de béisbol en Japón, en donde es considerado un deporte nacional y cuenta con una de las mayores y mejores aficiones a nivel mundial. Por eso hoy, apenas llegamos a Hiroshima, nos hemos apurado para ver a los campeones  actuales de la liga japonesa de béisbol.

       Las Carpas de Hiroshima son uno de los equipos con mayor tradición en el Imperio del Sol Naciente, y la fama de su afición resulta insuperable. Se dice que nadie en Japón ama más a  su equipo que los habitantes de Hiroshima.

       El equipo existía desde 1949 pero en 1950, cinco años después de que fuese lanzada la bomba atómica sobre la ciudad, destruyéndola por completo, la liga de béisbol de Japón decidió instaurar el sistema de dos ligas profesionales y fue así como los habitantes de Hiroshima decidieron inscribir un equipo, para lo cual reclutaron a algunos sobrevivientes del holocausto atómico y a otros jugadores que en ese momento trabajaban en la reconstrucción de la ciudad.

       La familia Matsuda, fundadora y dueña del equipo, conserva el 60% de las acciones y el otro 40% es propiedad de la empresa Mazda, razón por la cual el equipo tiene como nombre oficial el de Hiroshima Toyo Carp, ya que hasta 1984 el nombre oficial de la compañía Mazda era Toyo Kogyo.

       Hoy, por todos lados que hemos caminado y en todos los sitios que hemos visitado la gente viste de rojo. Muchos llevan puesta su cachucha roja con una letra “C”, la oficial del equipo. En los vagones del metro ha sido muy difícil ver a alguien con vestimenta que no sea carmín, por eso mismo, y ya que habríamos de ir al estadio, compré mi cachucha para estar a tono con la afición.

       El juego fue contra los Dragones de Chunichi fue un todo un espectáculo. Habiendo visto tantos juegos de béisbol en mi vida, lo que hoy presencié me ha dejado con la boca abierta. Para ingresar al estadio todo es un perfecto orden; al ver que éramos extranjeros, nos acompañaron hasta nuestra butaca y nos agradecieron que asistiéramos al juego, y les agradó mucho que vistiera la cachucha de su equipo. Cuando los jugadores salieron al campo, lo primero que hicieron fue inclinarse ante la afición, esperan al equipo rival, al que saludaron respetuosamente y les agradecieron que ese día jugaran contra ellos.

       Definitivamente, el béisbol que hemos visto no le pide nada al de las grandes ligas. Charis, que no es nada aficionada al rey de los deportes, dormitó varias veces pero salió contenta del estadio y se unió al festejo de la afición, pues las Carpas triunfaron.